PATRIMONIO HISTÓRICO
El Anfiteatro Romano de Cartagena continuará 'abierto por obras' durante el mes de septiembre
Este verano 400 personas han realizado las visitas guiadas al monumento
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Este verano 440 personas han podido visitar el Anfiteatro Romano de Cartagena gracias a la iniciativa del Ayuntamiento ‘abierto por obras’, para acercar al ciudadano el proyecto de excavación y recuperación del monumento.
Las visitas guiadas, que comentaron el pasado 24 de julio, cuentan con un recorrido tanto los restos conservados en la calle Doctor Fleming, como los recuperados en el interior de la Plaza de Toros, contextualizando el anfiteatro como uno de los grandes edificios de espectáculos construido en la antigua Carthago Nova.
Dada la buena acogida de los ciudadanos, que agotaron las primeras entradas en 8 minutos, el Ayuntamiento de Cartagena va a mantener las visitas los miércoles por la tarde, lo que queda del mes de septiembre. Los interesados podrán reservar desde el viernes 6 de septiembre, a las 14:00 h. (hasta ese momento, el portal permanecerá cerrado).
Por tanto, se ofrecen visitas los miércoles 11, 18 y 25 de septiembre, coincidiendo con las Fiestas de Carthagineses y Romanos, en dos turnos cada día, programados a las 18:00 y a las 19:15 horas, con capacidad para 30 personas.
Una vez realizada la reserva, los inscritos recibirán un mail de confirmación y un recordatorio de su visita unos días antes de la misma. Y si por alguna razón, el usuario no puede asistir, podrá comunicarlo a esa misma dirección de mail, al objeto de que otras personas puedan estar disfrutar de esa plaza.
Además de los restos del Anfiteatro Romano, con todas sus singularidades, el recorrido diseñado para ‘abierto por obras’ aborda la evolución de este sector de la ciudad en el siglo XVIII, en relación a los grandes equipamientos militares tales como Cuartel de Antigüones, el Hospital de Marina y su pequeño Anfiteatro de Autopsias, avanzando hasta los siglos XIX y XX, con la construcción de la Plaza de Toros, que lo sepultó por completo, y la apertura de la calle Gisbert que en parte lo seccionó y desvinculó de la colina de la que siempre formó parte.
Este contexto nos adentra en la obra que desde el verano pasado se está llevando a cabo para restaurar los restos recuperados en las intervenciones realizadas desde los años 1960 y que permiten contemplar uno de los cuadrantes tanto de la arena en la que se desarrollaba la lucha de gladiadores, con el inicio de su fossa bestiaria, como el graderío y los accesos al monumento.