El bailarín cartagenero, José Carlos Martínez, será el responsable del concierto de Año Nuevo de Viena

Tras el éxito conseguido en la retransmisión de la edición 2020, la cadena de televisión austriaca ORF ha vuelto a contar con el coreógrafo español para este 2021. Es la primera vez en la historia que la misma persona realiza la coreografía dos años seguidos.

"Si ya fue un reto coreografíar el concierto del año pasado, hacerlo por segunda vez hace que el reto sea aún mayor. No puedo repetir lo que hice pero, a la vez, es algo tradicional y hay que respetar una serie de pautas", ha declarado José Carlos.

Este año los solistas del Ballet de la Ópera de Viena bailarán el Vals de Johann Strauss 'Sohn Frühlingsstimmen Walzer op 410', dirigido, como el resto del concierto, por el Maestro Riccardo Muti. Los majestuosos jardines del Palacio Liechtenstein han sido la localización elegida para esta pieza.

Otra novedad de este año será el delicado y elegante vestuario diseñado por el prestigioso Christian Lacroix, que embellece aún más las coreografías.

Las restricciones y los protocolos debidos al COVID-19 han hecho que José Carlos trabajara por separado con cada una de las parejas, creando 4 dúos que representan las 4 estaciones. Solo en el final del vals se reunieron los ocho bailarines, y porque de trataba de una localización en exteriores.

"El bailar en el exterior hizo que la coreografía fuera evolucionando durante el rodaje, ya que no es lo mismo bailar con puntas en un estudio de danza, que sobre césped o piedras. Una vez más, me impresionó la capacidad de adaptación y la actitud de los bailarines de la Ópera de Viena, dispuestos a dar lo mejor durante toda la grabación", afirma el coreógrafo de Cartagena.

La segunda pieza coreográfica es la 'Marguerite polka-polka française op 244' de Josef Strauss. Esta vez, y para jugar con la belleza del Looshaus de Adolf Loos, (edificio construido en 1909 que fue inicialmente una fábrica de moda, y hoy en día es un banco), José Carlos Martínez y Christian Lacroix han situado la acción en 1930, y a través un grupo de jóvenes que se divierten, el espectador va descubriendo los entresijos del edificio. Una coreografía muy teatral que nos transporta a los años del cine mudo.

La grabación se realizó en el mes de agosto y, durante diez días, el realizador, Henning Kasten, y José Carlos Martínez, trabajaron mano a mano para adaptar las coreografías creadas en las salas de danza de la Ópera de Viena, a estos espacios tan atípicos y poco preparados para la danza clásica.

Para el coreógrafo español ha sido una experiencia muy grata, y todo un orgullo, haber sido elegido de nuevo para coreografiar un evento que reúne, a través de su emisión internacional, a millones de personas de todo el mundo.