educación

Las misteriosas cajas que preparan en un cole de Cartagena: "Sin destino fijo"

El Miralmonte ha iniciado un proceso que cada año tiene un final mágico con una lección muy importante

Maite Fernández

Murcia - Publicado el

3 min lectura

      
      
             
      

El cole son las matemáticas, la lengua y la historia. También el deporte e incluso las actividades extraescolares que cada vez son más completas, modernas y tecnológicas, porque el tiempo transcurre y las nuevas generaciones de niños han de prepararse para un mundo real plagado de dispositivos y de inteligencia artificial.

Pero la escuela es también una fuente inagotable de valores para que también los pequeños adquieran la necesaria inteligencia emocional, que no puntúa pero siempre suma en el proceso de hacer una sociedad mejor para el presente y sobre todo para el futuro.

Ir al centro educativo es también madrugar y examinarse, y pasarlo regular a ratos porque siempre es más divertido jugar y disfrutar del ocio sin responsabilidades y ahí entra también la labor de un colegio como el Miralmonte a la hora de que entiendan la suerte que tienen de tener un material escolar, unos libros y esos quehaceres diarios.

operación niño en navidad

Entre las muchas actividades con fines sociales que realizan a lo largo del curso, su directora Beatriz Saura destaca la operación niño en Navidad. "Tienen que ser conscientes de que nosotros vivimos en un país privilegiado y que hay otros niños de sus mismas edades, que no tienen los privilegios que ellos tienen. El ir a una escuela, que la escuela tenga techo y paredes, que tengan libros de texto o  que puedan ir a un supermercado y comprarse un botellín de agua", explica.

Son cosas a las que se les deja de dar valor, porque están adquiridos como derechos. "Ese tipo de cosas en otros países, por desgracia, no pasa. Ellos deben de ser conscientes de que hay niños que no tienen esa suerte  e intentamos hacerles que lo valoren".

La Navidad está a la vuelta de la esquina y ellos ya han empezado a preparar unas cajas misteriosas que termina siendo mágicas. "Vamos a empezar con la Operación Niño de la Navidad, que es un proyecto que ya llevamos en marcha desde hace cuatro años o cinco años. Consiste en que los alumnos de infantil, de primaria y de secundaria van haciendo cajas individuales de tamaño de cajitas de zapatos. Ahí van a ir metiendo cada alumno que quiera colaborar materiales para hacer cajitas de niños y cajitas de niñas que irán a países donde hace verdadera falta".

      
             
      

Miralmonte

Cajas mágicas

material variado

Serán cajas llenas de ilusión y de material. "Pueden meter muñecas, un balón que no esté inflado, material escolar, productos de higiene personal. Se trata que piensen en niños de su edad y en qué les gustaría recibir cuando abran esa caja. Así, imaginan qué ilusión tendrían ellos cuando esa caja se abra y ponerse los zapatos de otro niño que está a miles de kilómetros". Conecta este programa a niños que espacialmente están en lugares alejados, pero que siempre tendrán un vínculo.

El propósito es claro. "Cada año poder llegar a más niños de diferentes edades y que tengan esas cajas sorpresas. Todo esto se hace gracias a compañeros del colegio como el profe Pedro Sánchez, la compañera Rocío García y a todos los docentes que están ahí al pie del cañón  para que todos estos proyectos salgan adelante".

Son cajas de amor que ya empiezan a prepararse y cuyo destino será alegrar la vida de algún niño que no ha tenido la misma suerte y que aprovechará los recursos que con cariño les envían desde Cartagena.