"Un palo no educa": La advertencia de un psicólogo en el Día de los derechos del niño

El día 20 de Noviembre se conmemora el día de los Derechos del Niño y eso ayuda a la reflexión en los colegios y en otros muchos ámbitos. Los pequeños tienen derechos y también ciertas obligaciones.

Desafortunadamente no todos los niños tienen los mínimos exigibles, pero los que sí los tienen no son plenamente conscientes en algunos casos. De esta conmemoración hemos hablado con el psicólogo y educador Javier De Haro.

El error parte de casa. "A veces cometemos un fallo que es el meter a nuestros hijos en una burbuja y que entiendan que lo que ellos viven es lo habitual y que no son privilegios. Por eso, de forma adaptada por supuesto a cada edad, pero es bueno que los niños también conozcan otras realidades que están a kilómetros de nosotros, pero que también está pasando".

Les servirá para que aprendan a valorar lo que tienen. Otro error es pensar solo en alimentarles o darles un hogar. Tienen derechos más emocionales. "Muchas veces ponemos el foco en necesidades básicas como el sueño, la seguridad o la alimentación, pero va mucho más allá. Hay una parte afectiva. De hecho este año se ha hecho mucho hincapié en la importancia del bienestar emocional de los niños, que muchas veces cuando hay problemas son los primeros en surgir. 

El tiempo juntos es importante y darles voto en cuestiones importantes, que tengan su momento de opinar. Son factores que a veces, por protegerles en exceso les perjudican de cara a la vida fuera del hogar.

la violencia no es un método

Siguiendo en el seno del hogar, el psicólogo advierte de la importancia de desterrar ciertas prácticas que no dejan de ser violencia. "Tenemos el tema de la famosa frase de que un palo a tiempo educa. Fíjate como lo primero que tenemos que hacer cuando hablamos de derechos es, todo padre quiere que su hijo sepa defender sus derechos fuera de casa, pero lo primero que tenemos que hacer es entender esos derechos dentro de casa, es decir, por ejemplo, no podemos justificar la violencia o el maltrato".

Hay que dejar que cumplan su derecho a decidir y a equivocarse. "Queremos por un lado que maduren, que sean responsables, pero muchas veces es cierto que vemos esa cara de la moneda de los derechos, pero de la misma forma también tenemos que educarles, y educarles implica que tengan responsabilidades. Hay que dejarles equivocarse".

Admite que muchas veces es una cuestión de comodidad. "Muchas veces por nuestra comodidad no les dejamos hacer, y al final, fíjate, también es un derecho el que ellos puedan probar, hacer, tener voto, intentar hacer cosas". 

Hay que inculcarles el que sepan que son en muchos casos unos privilegiados simplemente por poder ir al cole. "No conocen otras realidades y entonces ellos ven esto como algo normal. Por ejemplo, poder estudiar es un privilegio, poder estar en un colegio con compañeros, poder aprender, poder divertirse en un colegio es un privilegio".

El consejo que ofrece para las familias es precisamente que les hagan ver la realidad, adaptado a su edad y sus condiciones. Ofrece algunos ejemplos que pueden servir para iniciar este proceso.

"Pues fíjate, yo creo que es muy bueno implicar a los niños en muchas actividades solidarias. Puedes ponerles mil vídeos, pero aprendemos haciendo. Entonces, por ejemplo, cuando hay campañas de juguetes en colegios para niños desfavorecidos, pues que ellos puedan implicarse y llevar juguetes. Incluso niños más mayores, para adolescentes, hacer algún tipo de voluntariado, ir a algún comedor social. Al final cuando tú te implicas y haces cosas es realmente cuando te das cuenta de lo privilegiados que somos y todo lo que tenemos que valorar".