MOVILIDAD
Un estudio ConBici concluye que Lorca debe reducir los desplazamientos motorizados
Las zonas más contaminadas son las principales avenidas del centro
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Un estudio de la Coordinadora en Defensa de la Bici (ConBici) concluye que Lorca debe reducir de forma urgente el volumen de desplazamientos motorizados si la ciudad quiere adaptar la calidad del aire que se respira a los valores recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Las zonas más contaminadas son la antigua carretera N-340 que cruza Lorca, especialmente en el tramo de avenida de Europa, calle Mayor, avenida Juan Carlos I y en la avenida Adolfo Súarez hasta la antigua carretera de Granada.
El informe ha sido realizado con los resultados de 43 recorridos realizados en bicicleta durante 2022 en el proyecto de ciencia ciudadana “Pedaleando con aire limpio” (Cycling with clean air), que ha contado con la colaboración de la asociación LorcaBiciudad en el estudio de campo y la toma de datos.
En esos recorridos realizados hasta el 1 de noviembre por voluntarios con 32 horas de medición en la calle, se ha examinado la concentración de las macropartículas en suspensión PM 2,5, procedentes de la combustión de combustibles fósiles, así como del desgaste de frenos y rozamiento de neumáticos en el pavimento.
El 31 por ciento de las mediciones realizadas han encontrado parámetros normales de concentración, el 49 por ciento de las mediciones arrojan un rango de entre 6 y 15 microgramos por metro cúbico y el 21 restante superaron los 16 microgramos por metro cúbico.
La OMS establece los valores guía de calidad del aire en 5 microgramos por metro cúbico para el promedio anual y 15 para el promedio diario.
El informe permite identificar puntos de la ciudad sobre los que centrar la atención para reducir emisiones y mejorar la calidad del aire y servirá para analizar cómo va mejorando conforme se vayan implantando medidas de movilidad, reparto equitativo del espacio público y renaturalización.
El proyecto busca concienciar a la población y ayudar a la administración local con recomendaciones que mejoren la calidad del aire y contribuyan al éxito de las medidas a aplicar en la ciudad, como la definición e implantación de Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), obligatorias por normativa europea para las ciudades de más de 50.000 habitantes desde 2023.