MEDIO AMBIENTE
Reforestan con casi mil árboles el paraje de Los Alahueces de la sierra de Zarzadilla de Totana
En una iniciativa de Aguas de Lorca, que quiere crear un bosque en esa zona
Lorca - Publicado el - Actualizado
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Más de 850 árboles y más de 200 arbustos crecen en la serranía de Zarzadilla de Totana, en un entorno casi desértico que, a la vuelta de unos años, aspira a ser un bosque mosaico con decenas de especies autóctonas.
Lo han plantado los trabajadores de la empresa mixta Aguas de Lorca como parte de sus actividades de responsabilidad social corporativa. La iniciativa comenzó hace un año con la plantación de 600 ejemplares y se ha completado esta semana con la plantación de otro medio millar de árbolitos y arbustos.
En el acto de la plantación han participado el concejal delegado de Aguas de Lorca, Ángel Meca, y el gerente de la empresa, Antonio Franco.
El nuevo bosque crece en una finca de titularidad municipal en la pedanía de Zarzadilla de Totana que tiene 15 hectáreas y el objetivo de la empresa es plantar una hectárea de árboles al año, que serán capaces de absorber 24 toneladas de dióxido de carbono.
Especies autóctonas como el acebuche, aladierno, coscoja, enebro, espino negro o lentisco han sido elegidas para la plantación, de modo que cuando crezcan van a conformar un bosque mosaico mediterráneo resistente a a elementos adversos como plagas, sequías e incendios.
Todos los árboles estarán protegidos de la fauna herbívora para evitar que sean dañados, se realizará un riego de asentamiento en su plantación y durante los primeros dos años recibirán riegos de socorro en los meses más cálidos para conseguir el mayor porcentaje de ejemplares supervivientes.
En la inciativa participa BosqueO2, una organización sin ánimo de lucro que nació a finales de 2014 y que ha reforestado zonas en riesgo del municipio con 8.000 ejemplares de plantones de especies autóctonas, arbóreas y arbustivas, mediante la colaboración de centros educativos y empresas.
De entre las especies empleadas por BosqueO2 destacan acebuches, aladiernos, espinos negros y lentiscos, entre otras, que son resistentes a las sequías y la mayoría rebrotan con relativa facilidad, si las condiciones ambientales lo permiten, en caso de sufrir incendios forestales.