Solidaridad

El Hogar La Milagrosa, un puente hacia la reinserción de los presos sin familia

Para el tercer grado necesitan amigos o familiares que les acojan y las hijas de la Caridad son la ayuda de quienes están solos

Paula Pasqual de Riquelme

Murcia - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Cáritas diocesana y la Pastoral penitenciaria han puesto en marcha un proyecto pionero en la Región de Murcia con la fundamental participación de las hijas de la Caridad. El hogar La Milagrosa es la única opción que tienen los reclusos para vivir durante los permisos carcelarios, si no tienen familia o amigos que les puedan acoger. Y es que además del buen comportamiento, un requisito importante para que un preso pase al tercer grado es que tenga un arraigo social o familiar que le permita ser reintegrado en la sociedad.

Esta vivienda se encuentra en el municipio de Murcia y pertenece a las Hijas de la Caridad. En ella ayudan los 60 voluntarios de Pastoral Penitenciaria, además de los dos capellanes de las prisiones. Antonio Sánchez Martínez es el capellán de la cárcel de Campos del Río y Joaquín Sánchez de la prisión de Sangonera. Los dos hacen turnos por la noche en este hogar para que los presos siempre estén acompañados.

Una gran oportunidad

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Hoy en Cope nos han contado que durante el primer año de funcionamiento, en 2023, se han solicitado 200 permisos penitenciarios para el Hogar la Milagrosa. Los reclusos pasan tres días en la vivienda. Allí colaboran en las tareas domésticas, hacen la comida y aprovechan el tiempo para hacer visitas culturales, dar un paseo o hacer gestiones que necesiten.

Los capellanes están convencidos de que la estancia en esta casa, es muy positiva para la evolución de los presos y para empezar a preparar su reintegración social y laboral. De hecho, han indicado que de los 200 permisos penitenciarios que ha tenido la vivienda, solo han tenido 3 incidentes de fuga. Todos fueron localizados. Eso sí, tienen muy buenas experiencias, como la de Antonio, un ex-preso que después de haber disfrutado de varios permisos penitenciarios se ha convertido en voluntario de este proyecto.

Cuatro experiencias a la vez

Las Hijas de la Caridad tienen siempre la casa a punto para acoger los permisos penitenciarios. En el hogar la Milagrosa pueden estar hasta 4 reclusos, cuatro hombres o cuatro mujeres. Sor Antonia se encarga de que la casa esté preparada, de que haya alimentos y todo lo necesario. Sin embargo, en el último permiso penitenciario no ha tenido que cocinar, porque uno de los reclusos, Lara, se ha encargado de eso. Este mes de enero, tres reclusos han disfrutado de un permiso penitenciario de tres días en el Hogar La Milagrosa. Se llaman Paco, Lara y Tito.

Paco nos ha contado que era la primera vez que salía de la prisión de Campos del río, después de cinco meses. Empezó con 14 años en el mundo de las drogas, y participó en un hurto con un amigo en el que les pilló la policía. Dice que le quedan 3 meses en prisión, que la cárcel le ha cambiado y que no quiere volver a Cartagena, a su anterior entorno social, por lo que ha acudido al Hogar la Milagrosa.

Lara lleva 8 años en la cárcel. No ha querido contar por qué ingresó. Ha estado en la prisión de Sangonera, Castellón II y ahora se encuentra en Campos del río. Dice que vive en una celda de 12 metros cuadrados con otro recluso y disfruta mucho de los permisos penitenciarios. En la cárcel trabaja como jardinero y participa en un taller de manualidades. Una de las creaciones de este taller se la ha llevado como regalo a una de las voluntarias del Hogar la Milagrosa, porque se siente muy agradecido de lo bien que lo tratan. Lara tiene a su familia en Bélgica y por eso la única opción que tiene para los permisos, es esta vivienda.

Estos dos reclusos, y Tito, otro preso que no ha querido hacer declaraciones, cuentan también con el apoyo de un psicólogo de Cáritas. David Andreo intenta ayudarles en su día a día en prisión, en los permisos penitenciarios y también en como enfocar la salida de la cárcel, para que su integración social y laboral sea la mejor posible.

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