MURCIA

El tradicional besapié del Cristo del Rescate trasciende a toda la región de Murcia

Así lo ha indicado en COPE NAZARENA, el hermano mayor de esta cofradía, José Ramón Guerrero. El acto se celebra este viernes y asisten fieles venidos desde provincias limítrofes.

Pedro González

Málaga - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Para José Ramón Guerrero, este besapié es algo más que un elemento piadoso de nuestra Semana Santa. Está de lleno metido en la propia cultura y tradiciones murcianas.

Todo arranca el jueves 29 de febrero, a las 11 de la noche, con la llamada Hora Santa del Rescate. Un acto que precede a una misa que se oficia al filo de la medianoche. A esa hora, como es tradición, ya hay mucha gente en las puertas de la iglesia de San Juan Bautista, templo que alberga el Cristo del Rescate, conocido popularmente como el señor de las “manos atadas”. Durante la madrugada se cierra la iglesia y a partir de las 6,30 de la mañana se vuelven a abrir hasta las 12 de la noche para el besapié.

Visitas de muchos lugares

Durante todo el día acuden numerosos devotos, entre ellos muchos que vienen en autobuses procedentes de zonas como Alicante o Albacete. Entre estos fieles se encuentra el presidente de la Comunidad de Murcia, Fernando López Miras. Como ha destacado José Ramón Guerrero, es una ocasión para que todos volquemos nuestras preocupaciones y peticiones ante la mirada del cristo.

También nos ha visitado Ignacio José García Zapata, miembro de la Universidad de Murcia y organizador de la primera jornada titulada “Patrimonio, Identidad y Semana Santa en la Región de Murcia”. Se celebrará el próximo 7 de marzo en el aula Antonio Soler, de la facultad de letras de la Universidad.

Entre los temas que se abordarán destacan la conservación preventiva de la imaginería procesional o el estudio de la obra de artistas como José Capuz y González Moreno.

Finalmente, hemos tenido al autor del cartel de la Cofradía de la Esperanza. El joven artista murciano, Joaquín Vera, ha destacado de su obra la imagen de Jesús montado en la borrica con un juego de colores que van desde el verde, propio de esta cofradía, a los negros y grises que simbolizan la muerte del señor.

Temas relacionados