Salud Mental
La incapacidad de disfrutar es un signo de alerta de la depresión
Las alteraciones en el sueño o el apetito también son signos de una enfermedad que cada vez llegan a gente más joven y que el 13 de enero conmemora su día internacional
Murcia - Publicado el - Actualizado
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La depresión es uno de los grandes problemas de salud mental de nuestro tiempo. Ha sido durante décadas una enfermedad silenciosa y aunque cada vez se habla más de ello queda mucho por saber. En el día mundial de esta dolencia queremos conocer más sobre cómo afecta y especialmente cómo se puede detectar. Cuáles son los signos que nos deben alertar en un amigo, un familiar o en primera persona y cualés son los primeros pasos para afrontarlo.
Laura Riquelme, psicóloga de la Federación murciana de salud mental, nos explica en qué consiste. "Es una enfermedad compleja en la que interactuan múltiples factores y por eso también afecta de forma diferente a cada persona, pero sí hay signos de alerta que nos pueden indicar que una persona sufre depresión. Por ejemplo, la apatía, la falta de motivación en algo tan cotidiano como el levantarse, asearse, elegir la ropa... si la persona lo hacía pero vemos que deja de hacerlo podemos considerarlo una señal".
Otras señales para detectarla
Hay muchos más signos que pueden ayudarnos a saber que una persona está sufriendo un proceso depresivo. "También podemos observar que los gestos o el habla son cada vez más lentos. "Otra cosa evidente es la anhedonia, que es la incapacidad de disfrutar. Si la persona disfrutaba saliendo a comer, de su vida sexual, o de ir al cine y vemos como va haciéndolo menos no disfruta es otro motivo", indica Laura. Estos síntomas deben despertar la alarma al igual que "las alteraciones del sueño o del apetito, tanto si aumenta o disminuye mucho. Darse atracones inesperados también es muestra en algunos casos. El consumo de tóxicos o la adición del juego pueden esconder del mismo modo una depresión, indica la profesional de la salud mental.
La depresión siempre ha ido unida a los adultos, pero cada vez hay más jóvenes con esta patología. "Lo que está ocurriendo es que la irritabilidad se decía que era normal en la población adolescente y cada vez son más los casos en niños y jóvenes que tienen el dianóstico . Situaciones disparadas por las adicciones a las redes sociales y el juego o a problemas que tienen en sus relaciones sociales. El alto ritmo de vida también les influye".
Los especialistas ponen el foco en las relaciones laborales. "Es un problema estructural, porque en muchos casos las condiciones laborales no son adecuadas y da mucho que pensar, porque hay que tener calidad laboral y que no tengan que acudir a salud mental tantas veces".
Qué se debe hacer es una pregunta que se hacen muchas personas que tienen cerca un posible caso. "Los familiares y amigos deben acompañar sin juzgar, sin pedir nada y sin increparles y hacer que ceda a ir a un profesional. Por suerte cada vez es más habitual pedir esta ayuda, pero queda mucho camino por recorrer. Cada vez hay menos tabú al respecto, pero queda mucho y es importante que el acceso a la salud mental por la vía pública mejore. Es un proceso lento y hay mucha gente que no puede permitir y por la privada. Reclamamos más profesionales para una atención de calidad".
Centrar el foco
Es importante seguir dando pasos y hablando de la salud mental. Deben dejarse atrás sentimientos como la vergüenza o el no admitir que no se puede con todo. Hay estrategias y herramientas para poder hacer frente a la depresión. Cada vez está más presente en conversaciones cotidianas y en los medios de comunicación como COPE, que ha hecho a lo largo de meses un trabajo exhaustivo para poner el foco en la situación actual.