SUCESOS
El tirador de Canovelles ha pasado a disposición judicial en Murcia
El detenido se encontraba en dependencias de la Jefatura Superior de Policía de la Región de Murcia
Murcia - Publicado el - Actualizado
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Roger L.S., de 19 años, presunto autor del asesinato del armero del club de tiro Granollers de Canovelles, ha pasado este martes a disposición del juez de guardia, quien previsiblemente decidirá su traslado a los juzgados de Barcelona para que se hagan cargo de este caso en el que circunstancialmente este hombre acabó siendo detenido en Murcia tras viajar a punta de pistola amenazando a dos chicas desde la capital condal.
El detenido, que salió a rostro descubierto y con semblante tranquilo, fue trasladado en un coche patrulla desde la Jefatura de Policía de Murcia hasta la Ciudad de la Justicia para prestar declaración ante el juez, que derivará el caso a los juzgados de Barcelona, que son los que instruyen la causa.
El tiroteo ocurrió sobre las 19:30 horas del sábado cuando, por causas que investigan los Mossos d'Esquadra, el agresor abrió fuego contra la víctima, que quedó malherida y falleció poco después, cuando ambos se encontraban en el club privado de Tiro Granollers, situado en Canovelles.
El exmilitar, después del tiroteo, se fugó obligando a dos mujeres residentes en Barcelona, a las que amenazó con una pistola, para que lo llevaran en coche hasta Murcia, donde llegaron el domingo a primera hora de la mañana después de conducir durante toda la noche, y una vez allí, se bajó del coche en una céntrica plaza y dejó que éstas se fueran.
La dos mujeres, ambas residentes en Barcelona, continuaron conduciendo desorientadas unos kilómetros más en dirección a la localidad murciana de Molina de Segura, donde pararon en una gasolinera y llamaron a la Policía para solicitar ayuda y dar una descripción física de su presunto secuestrador.
Ambas chicas dijeron a la policía que su captor se dirigía a la estación de tren del barrio del Carmen de Murcia, a donde se dirigieron unidades especiales de la Policía, y cuando dos agentes se acercaron a él, Roger sacó una de las dos pistolas que llevaba encima, pero la rápida actuación policial logró reducir al sospechoso y desarmarlo.