cambio climático

La sequía arrasa 700 mil árboles de la Región de Murcia

La Comunidad refuerza su acción para frenar los efectos de la sequía en las masas forestales y hacerlas más resilientes al cambio climático

Europa Press

Publicado el

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Vivimos el episodio de sequía extrema más grave de los últimos 60 años. La sequía ha arrasado 700 mil ejemplares en las zonas forestales de la Región de Murcia. Según el último balance elaborado por los técnicos de la Consejería de Medio Ambiente equivale al 6% de la masa forestal de la Comunidad. La Consejería de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor refuerza todas sus actuaciones para frenar y revertir los efectos de la sequía en las masas forestales de la Región. El consejero, Juan María Vázquez, presentó esta mañana las acciones en las que este año se van a invertir 6 millones de euros. Vázquez afirmó que “la prueba de que el Ejecutivo regional se toma muy en serio este reto es la reorientación de 998.446 euros del Fondo de Mejoras que establece la Ley de Montes para la adaptación de masas forestales y montes públicos al cambio climático y la sequía”.

Los 250 efectivos que conforman las 24 Brigadas Forestales tendrán como prioridad controlar los daños y plagas en entornos estratégicos, priorizando a las áreas afectadas por perforadores, debido a que tienen más riesgo de extenderse, para lo que se destinarán 3 millones de euros. Además, se sumarán 30 efectivos para tareas de selvicultura y control de plagas a través de la empresa pública Tragsa y una inversión de 1,5 millones con fondos FEADER europeos.

Vázquez precisó que la “hoja de ruta para afrontar una sequía extraordinaria, sin precedentes en los últimos 63 años se centra en tres ejes”. El primero, que “es clave”, consiste en mejorar la toma de decisiones y anticipar las situaciones críticas, al tiempo que se genera un inventario exhaustivo de las zonas afectadas y en riesgo. En esta área hay prevista una inversión de 990.000 euros para labores de trampeo, prospección y seguimiento de plagas forestales y especies de cuarentena, así como el estudio y digitalización de las redes de seguimiento de daños.

El segundo eje se centra en los avanzados sistemas de teledetección y digitalización de los que dispone la Consejería. Estos sistemas de monitorización llevan activos 16 años en 47 parcelas de seguimiento de las masas forestales, “lo que ha permitido reaccionar inmediatamente ante los datos de incidencia del cambio climático y estudiar de forma constante las plagas y enfermedades presentes en nuestros bosques”, precisó el consejero. 

El tercer pilar conlleva un trabajo de campo más activo, con actuaciones de silvicultura por parte de más de 270 efectivos, que trabajan in situ para garantizar la salubridad de la masa forestal y la seguridad de las personas e infraestructuras. A ellos se suman el personal de la Consejería encargado de la coordinación y seguimiento de los trabajos y los agentes ambientales que monitorizan continuamente las masas forestales, con lo que en total se movilizan más de 400 efectivos.

Afectada el 6,5 por ciento de la superficie arbolada

El consejero informó de que los primeros síntomas de afección por sequía en las masas forestales se detectaron en enero y se han identificado 622 zonas afectadas, que suman 20.000 hectáreas, lo que supone el 6,5 por ciento de las más de 308.000 que componen la superficie forestal arbolada de la Región.

      
             
      

Las zonas en las que más incide el cambio climático y la sequía son la franja costera, la zona prelitoral y el Valle del Segura, que han sido identificadas gracias a los indicadores de sequía y el seguimiento por satélite que efectúa la Consejería de Medio Ambiente.

Vázquez destacó que, “a pesar de que estos periodos son cíclicos, la actual sequía que afrontamos es, según los expertos y técnicos, la más grave desde 1994, y se ha acentuado por los efectos del cambio climático”. Expresó la preocupación de su departamento “porque el daño ocasionado puede ser mayor al de los últimos ciclos de ausencia de precipitaciones y elevadas temperaturas”.

De cara al futuro, hay diseñado un conjunto de acciones de información trimestral de la evolución de la situación, actuaciones de adaptación de las masas forestales al cambio climático y a los efectos de la sequía y ayudas al aprovechamiento de la biomasa y gestión de los espacios privados.