A. BASES TEÓRICAS
Razón de ser de la cadena
El origen y la titularidad de la COPE marcan su identidad y sus propósitos. Como cadena radiofónica surgida de las Iglesias diocesanas y de dos órdenes religiosas en España, y asumida después por su Conferencia Episcopal, la Cadena se considera a sí misma como confesionalmente católica y se sitúa, de partida, en el marco de los fines generales de la Iglesia y, más en concreto, de su presencia evangelizadora en el ámbito de la opinión pública.Un órgano de información y opinión con este carácter, necesita, por su propia naturaleza, un ideario inspirador, tanto de su normativa empresarial interna, como del comportamiento profesional de todos sus equipos humanos.Es verdad que, a diferencia de otros modelos de radiodifusión católica, esta Cadena ha optado por el carácter "general, profesional y comercial" de su programación, jugando en el mismo terreno que las grandes firmas europeas de la Radio. El que COPE no sea emisora "religiosa" porque su programación es fundamentalmente "profana" conlleva esa limitación; pero supone una "presencia misionera" que no podría darse en otro supuesto por ser la suya una audiencia general, no marcada necesariamente por su adscripción religiosa.Como fuentes inspiradoras de ese Ideario han de considerarse siempre las constituciones conciliares "Lumen gentium" y "Gaudium et spes" así como también el Decreto "Inter mirifica", "Communio et progressio" y, en su conjunto, el magisterio eclesial sobre las Comunicaciones sociales. La COPE observará fielmente, en su letra y en su esp&iacu te;ritu, la legislación de la Iglesia sobre el particular, asumirá los valores deontológicos de la profesión informativa y actuará dentro del marco democrático de la Constitución española.
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Objetivos de la misma
Figuran señalados en el articulo tercero de los Estatutos de la Sociedad y son los siguientes:
- Difundir la doctrina y actividades de la Iglesia Católica.
- Orientar a la opinión pública con criterio cristiano.
- Colaborar en la promoción humana, social y cultural de la sociedad en general.
- Ofrecer programas informativos de noticias, comentarios, editoriales y demás servicios que pueden enmarcarse dentro de esta temática.
- Ofrecer programas recreativos de sano esparcimiento
B. COMPROMISOS PROFESIONALES Y ÉTICOS
La identidad cristiana y eclesial de la Cadena y sus fidelidades esenciales están llamadas a impregnar el talante y el funcionamiento empresarial, editorial y laboral de COPE, y debe concretarse en unos rasgos definitorios de la misma, en unos compromisos morales que configuren su fisonomía, hacia adentro y hacia fuera. He aquí algunos:
I. Rigor y calidad profesional
Fiel a una tradición inspirada en el Cardenal Herrera (ser un periódico, para poder serlo católico) la Cadena de Ondas Populares Españolas se impone a sí misma con rigor el empeño por la calidad profesional a todos los niveles : financiero, redaccional, laboral y publicitario. Sin competencias deshonestas, procurará ocupar una posición honrosa en el ámbito de la radiodifusión española y mantendrá relaciones leales con los otros medios, privados o públicos, del mismo carácter.En la transmisión de noticias, mensajes y valores, tendrá siempre en cuenta peculiaridades, posibilidades y limitaciones del medio radiofonico. COPE cuidará esmeradamente la formación inicial y permanente de sus profesionales en todos los ramos y niveles y, con especial énfasis, la de los responsables de la información, opinión, programación musical e inserciones publicitarias. Esta formación ha de cubrir los aspectos técnicos, culturales, deontologicos y humanistas que definen a la Cadena. Al amparo de su propia "Fundación Radio Popular" organizará periódicamente para los profesionales de su propia plantilla, cursos de actualización, no tan sólo de carácter técnico, sino comprensivos también de la formación doctrinal y moral.
II. Servicio a la verdad, con espíritu de convivencia y criterio independiente.
Tanto en sus servicios informativos como en los programas de debate y opinión, los profesionales de la COPE comprobarán con rigor la verdad de los hechos y la fiabilidad de sus fuentes noticiosas, aún dentro del apresuramiento que impone la celeridad de la radio. En la expresión de opiniones propias y ajenas, la COPE observará como regla de estilo el respecto a las personas y el diálogo civilizado, rehuyendo el apasionamiento unilateral y la crítica sistemática.En el tratamiento de los temas ideológicos y políticos ejercerá la libertad constitucional de información y de expresión, con sentido de la responsabilidad y criterios de independencia, sin involucrar a la Cadena ni a ninguno de sus espacios en opciones partidarias.
III. Línea editorial y libertad interna.
Sin mengua de su carácter de cadena profesional y comercial, la COPE se sitúa en el ámbito de aquellos medios informativos que se comprometen con un cuadro de valores y asumen opciones sociales, educativas, culturales y espirituales. Para no quedarse en vagos enunciados, estos propósitos deben traducirse en una "línea editorial" de la Cadena, inspirada en su ideario y en consonancia con él; comprometida con las necesidades y aspiraciones profundas de nuestra sociedad; e identificadora claramente de este "Medio", ante las demás emisoras y ante la opinión pública.Es función de los órganos rectores de la empresa establecer los componentes básicos de esta línea editorial y definirla en determinados momentos ante las cambiantes situaciones de la actualidad. Esta línea será interpretada por los directores de programas y por los profesionales de la plantilla, con un amplio crédito de confianza, respetuosos con la responsabilidad y la creatividad de los mismos.Las personas que son llamadas a cualquier responsabilidad de COPE, tienen el derecho y el deber de conocer previamente el Ideario y los componentes esenciales de su línea editorial. La aceptación de un cargo de índole redaccional implica también la asunción por el interesado de los compromisos morales y profesionales exigidos por el Ideario. El menosprecio, la hostilidad, la incongruencia profesional y el silencio sistemático o reiterado sobre los mismos, cuestionarían, en principio, su permanencia en el servicio, a salvo siempre su persona de cualquier arbitrariedad no constatada.Los programas de la Cadena y de sus emisoras estarán siempre en consonancia con la línea editorial y ésta con el Ideario. Por lo demás, sus antenas han de estar abiertas a la expresión de otros pareceres, en entrevistas o debates, siempre que no atenten contra el significado de la Cadena, abusando de la hospitalidad de la Casa. En ella debe darse siempre un talento democrático y un respeto al pluralismo, cuidando siempre también que el oyente conozca adecuadamente en cada tema la posición al respecto de la Emisora.
IV. Promoción de los valores del humanismo cristiano
El Ideario y la línea han de concretarse en el apoyo a un cuadro de valores, no acotables en una enumeración, que nacen de la cosmovisión cristiana y abarcan a la persona humana, a la sociedad y a la naturaleza. La COPE no será neutral, sino comprometida, en todo lo que atañe a la protección, desarrollo integral y defensa de la vida humana, desde el seno materno hasta el último latido.Asumirá la defensa de los derechos humanos, tal como se expresan en el magisterio de la Iglesia y en los grandes acuerdos internacionales.
Ayudará a crear una conciencia colectiva sobre los deberes anejos a esos derechos y promoverá, sin fisuras, la solidaridad ente los seres humanos, de cualquier raza, país o condición social. Difundirá asimismo, con claridad y con ahínco, el concepto cristiano del matrimonio, de la familia y de la sexualidad. Presentará un tipo de hombre y un modelo de sociedad, abiertos a la trascendencia y enriquecidos por la conciencia moral y por la fe religiosa.Mostrará abiertamente su opción preferencial por los pobres y por los marginados, sin menoscabo del respeto y la estima que le merecen todas las personas y grupos. Respetará siempre los ámbitos de la intimidad personal y de la vida privada, salvo cuando se atente desde ellos contra derechos ajenos o el bien de la comunidad.Laborará incansablemente por la paz, por la justicia y por la libertad; propiciará siempre el talante conciliador, la convivencia y el diálogo. Sacará a la luz pública los fallos y las quiebras de la sociedad, denunciará las injusticias, pero sin sembrar odios ni esparcir gérmenes de división. Respetará las leyes y a las autoridades democráticas, con espíritu de colaboración al bien común.En los errores y fallos que acarrea la actividad radiofónica, la COPE estará abierta a la rectificación oportuna y abrirá sus antenas a las instancias implicadas en un acontecimiento social.
V. Servicio a la España democrática y a su configuración autonómica
Las antenas de la COPE cubren con sus ondas todo el territorio peninsular e insular del Estado español. La conciencia solidaria de todos los pueblos de España y las peculiaridades específicas de cada uno de ellos han de estar siempre presentes en la programación de COPE y ser fuente inspiradora de sus servicios radiofónicos. Teniendo siempre en cuenta que, como cadena, se compone de eslabones -las emisoras diocesanas- y que éstas, además de haberle dado origen, son el pulmón por donde respira y el altavoz de su palabra.Por todo ello, la COPE, sin perder unidad de mensaje ni anchura de horizontes, tendrá esmeradamente en cuenta la singularidad de los pueblos de España; se identificará con sus mejores aspiraciones, promoverá su cultura, estará atenta a su sensibilidad diferenciada.Debe impulsar, por último, una solidaridad humana y cristiana entre todas las comunidades autonómicas, que propicie la superación de aquellos desniveles económicos y sociales entre ellas, que ensombrecen el mapa español.La COPE se sitúa, sin recelos, y con la conciencia crítica en cada momento, en el horizonte de la Europa comunitaria, sin estrecheces nacionalistas. No considera extranjeros ni a los pueblos ni a los hombres y mujeres de América Latina. Quiere con sinceridad prestar su voz y su voto a los pueblos del Tercer Mundo.
VI. Programación religiosa y vinculación con la Iglesia
COPE entiende que la vida de la Iglesia y su presencia en la sociedad humana, dentro y fuera de nuestras fronteras, constituye un sector importante de la actualidad como tal, acreedor a un tratamiento informativo de primer plano en una emisora confesional.Ahora bien, en ese contexto de la vida en general, pueden y deben ocupar su puesto unos programas explícitamente religiosos, que reflejen e interpreten la actualidad de la Iglesia y difundan abiertamente su mensaje evangelizador. La información eclesial y religiosa, al compás mismo de los acontecimientos importantes, debe estar presente, con sobriedad y equilibrio, en los informativos ordinarios.La dimensión moral, y a veces trascendente, de otras noticias y problemas que salen a las ondas, debe también asomarse a los programas (políticos, culturales, recreativos, musicales) de esos espacios radiofónicos. El acento cristiano y religioso no debe abrumar ni atosigar, pero sí impregnar con delicadeza y acierto, el contenido de otras emisiones.En los programas religiosos de la COPE se conjugará la dimensión informativa con el mensaje editorial; la entrevista y el debate, con el reportaje o la retransmisión de un acontecimiento.Dada la naturaleza y la titularidad de este medio, es obvio que esa programación esté vinculada, según el ámbito de la emisión, a la Conferencia Episcopal Española, a las Conferencias provinciales o a las Iglesias diocesanas, según el respectivo campo pastoral.La COPE no representa ni oficial ni oficiosamente, salvo cuando se hiciera constar en algún caso, a la autoridad jerárquica de la Iglesia. No es su portavoz: pero eso no quita, sino favorece, el que haya de ser altavoz de las enseñanzas y directrices de los pastores y del dinamismo de la vida eclesial. La COPE asume con gusto y con honra ese cometido, a cuyo servicio pondrá también la competencia y la creatividad de sus profesionales.Los programas religiosos de COPE estarán en sintonía con los proyectos pastorales de la Iglesia, a escala nacional, regional y diocesana. Registrarán fielmente los acontecimientos de la vida eclesial, abrirá sus micrófonos a voces diferentes, pero no será tribuna de división ni de disenso sistemático, dada la responsabilidad eclesial y comunional de este medio.Los responsables de COPE, a todos los niveles, mantendrán un espíritu de colaboración con las instancias de la Iglesia que les corresponden y confían también en la comprensión, estima y tolerancia de sus pastores para con una actividad tan valiosa para evangelizar y tan cargada de riesgos.
Abril, 1991 (Aprobado por el Pleno de la Conferencia Episcopal en su reunión del día 26 de abril de 1991)