Jesús Cabello: profesor y músico cordobés que tuvo que lidiar con la leucemia durante su infancia

Jesús Cabello es la confirmación de que la música católica contemporánea en España tiene cantera y continuidad. De manera sólida y a golpe de discos de gran factura y un directo muy cuidado y riguroso, Jesús, se presenta como una de las grandes apuestas para dar continuidad a la riqueza de la música católica en España.

Su estilo fresco, acústico, y desenfadado, combinado con canciones muy bien construidas, dibujan un paisaje de letras y melodías que enganchan fácilmente a los oyentes, con un toque de modernidad que mezcla con solvencia pop, rock y folk a la perfección. Estamos de suerte, Jesús Cabello tiene la habilidad de convertir lo difícil en sencillo, y con una puesta en escena sincera y coherente, encaja perfectamente en cualquier ambiente, festival, o evento...

Él siempre aportará su originalidad, su cálido timbre de voz, y sus inconfundibles arpegios de guitarra, que, enriquecido con su sonrisa y su mirada profunda, configuran un cóctel muy sugerente, que a nadie deja indiferente... Jesús Cabello es, sencillamente, genialidad en estado puro.

Cordobés y Profesor de Lengua y Literatura

Jesús Cabello es un cantautor católico y profesor de Lengua castellana y Literatura. Nacido en Puente Genil (Córdoba) el 19 de febrero de 1984. Está casado y es padre de un hijo. Una grave leucemia en su infancia y su posterior curación en circunstancias milagrosas marcará su historia de fe y de su familia. A los diez años aprende a tocar la guitarra en una rondalla escolar, pero sin mucho entusiasmo. Será cuando su hermano Pedro ingrese en el seminario diocesano de Córdoba que volverá a coger este instrumento para tocar música comercial. La primera vez que escuchó música católica, no le gustó.

Más bien, le pareció bastante ñoña, ajena a lo que alguien pudiera necesitar. Sin embargo, su hermano lo invitó sencillamente a escuchar esas canciones. Se sintió llamado a profundizar esos mensajes. Este proceso coincide con el descubrimiento de que la enfermedad que sufrió siendo niño fue leucemia. Hasta entonces, su familia se lo había endulzado hasta que tuviera madurez de asumirlo. Confiesa que no tiene ningún trauma. Tuvo una infancia feliz. La noticia supone una bomba a sus 13 años, y se pone en búsqueda de respuestas. Ya ya sabemos lo que pasa con los que buscan respuestas: más tarde o más temprano se encuentran con Dios. Eso pasó a los 17 años en unos ejercicios espirituales.

Un encuentro personal con Dios que marcó su vida

El 17 de agosto de 2001 tuvo su primer encuentro personal con Dios. Fue en unos ejercicios espirituales en La Zubia (Granada), organizados por el Instituto Secular Alianza en Jesús por María, en el que él era el más joven de los participantes. Recuerda ese momento como un punto de inflexión, una caída del caballo. Uno año después volvió a ese retiro intentando discernir definitivamente entre distintas vocaciones religiosas. Sin embargo, Dios lo sorprendió de nuevo encontrando a Paloma, la que siete años después se convertiría en su esposa. Se casaron en la misma capilla pequeña donde se conocieron y conocieron a Dios, rodeados de sus amigos más íntimos.

La Música se hace fuerte en su vida

La música fue tomando un papel fundamental en su vida. Su madre se preocupaba de que dedicara tanto tiempo a tocar la guitarra, tiempo que restaba al estudio. Fue pura pasión, casi una locura. Cantaba canciones de muchos autores y también religiosas. Poco a poco, sintió la necesidad de contar lo que le ocurría por dentro, sin mayor intención de poner en orden los sentimientos que a los 16 años tenía. Sorprendentemente, esas canciones hacían bien a los que las escuchaban y lo animaron a grabar su primera maqueta, una cinta sencilla que -nos confiesa- le da vergüenza enseñar. Apenas había cumplido la mayoría de edad. Ahí comienza una historia de cientos de conciertos, oraciones, retiros, y testimonios que llegan hasta hoy. Con solo 22 años ya puso música a un spot publicitario de la Fundación Gantz de Chile que recauda fondos para curar a niños nacidos con labio leporino, y que se emitió en las cadenas públicas chilenas en mayo de 2007.