Rivera ficha a Manuel Valls para asaltar la alcaldía de Barcelona. ¿Se arrepienten ambos?
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Para reforzar la posición de Ciudadanos como herramienta de lucha contra el independentismo (de hecho, la formación nació como plataforma civil hace más de una década contra el nacionalismo catalán), Albert Rivera confió en el ex primer ministro socialista francés, Manuel Valls, como candidato a la alcaldía de Barcelona mediante la plataforma ‘Barcelona, capital europea’, y que contaría con la formación naranja como su mayor apoyo. Nacido en Barcelona y de padre catalán, Valls afirmó en abril de 2018 que “me meto en este debate porque también quiero dar a Cataluña y a España lo que me han dado, mis orígenes”.
Aunque Albert Rivera no lo haya manifestado públicamente, con el paso de los meses las relaciones del líder naranja con el ex dirigente socialista francés se han ido agrietando. La tensión comenzó a ser patente desde el pasado otoño, cuando Valls manifestó su intención de desmarcarse de la marca de Ciudadanos, a lo que se sumó su voluntad por pactar con el PSC para que se integren en su plataforma: "Necesitamos a los socialistas para ganar”, subrayó en una entrevista, a lo que respondió la dirección nacional del partido en ‘petit comité’: "Ya se desencantará de Sánchez e Iceta".
que tras la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa acusa al PSOE de abandonar el constitucionalismo y vivir arrodillado a los que facilitaron su investidura en la moción de censura, los separatistas catalanes.
Lejos de mostrarse desencantado, Valls ha reiterado en las últimas semanas que estaría dispuesto a pactar con el PSC la alcaldía de Barcelona tras los comicios del 26 de mayo, rompiendo así el discurso de Albert Rivera, que rechazaba pactar con la actual cúpula socialista tras el 28-A.