En la muerte de Almudena Grandes: el cáncer no entiende de ideologías

Muchos miserables destilan odio en las redes y celebran la muerte de víctimas del cáncer por el único hecho de que no son de su cuerda ideológica

En la muerte de Almudena Grandes: el cáncer no entiende de ideologías

Ana Luisa Pombo

Publicado el - Actualizado

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Este sábado, el cáncer le ha ganado la guerra a Almudena Grandes, una buena escritora y una gran luchadora más allá de su defensa encendida a favor de los derechos de las mujeres.

Al conocer la noticia, a todos quienes estamos inmersos en esa lucha sin cuartel con el cáncer cruel y despiadado, se nos ha encogido el corazón por ella y por las otras 308 personas que hoy también habrán perdido la vida en esa guerra porque en España, según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y de la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN), el cáncer mata a 113.000 personas cada año, 309 al día que se dice pronto.

Nadie está preparado para un diagnóstico de cáncer ni, por supuesto, para ver como ese visitante indeseado se empeña en romper vidas, quemar esperanzas y enterrar sueños pero, a pesar del terrible y doloroso rastro de bajas que todavía deja a su paso, el cáncer maldito pierde más batallas cada vez porque el 55’3 por ciento de los hombres a los que ataca y el 61’7 por ciento de las mujeres, consiguen doblarle el pulso con la ayuda de Dios, de la ciencia, de los médicos, de todo el personal sanitario, de un sistema público de salud excelente y de mecenas como Amancio Ortega que ponen sus investigaciones, su saber y sus recursos al servicio de los enfermos. Mientras tanto, nosotros los enfermos, rezamos y cruzamos los dedos esperando tener la suerte de vivir el momento en el que el cáncer termine definitivamente acorralado o, como mucho, convertido en una enfermedad crónica más que nos permita seguir sumando prórrogas y alcanzando sueños.

Lo triste es que el buen camino que sigue la ciencia para ayudarnos a ganarle la guerra al bicho, es inversamente proporcional al que sigue la maldad de muchos miserables que destilan odio en las redes y celebran la muerte de víctimas del cáncer como Almudena Grandes por el único hecho de que no son de su cuerda ideológica. Resulta inquietante comprobar como en sus mentes enfermas de odio al contrario, no comprenden que el cáncer no entiende de ideologías.