El 'error' de un diputado del PP y la negativa de Batet a subsanarlo sacan adelante la reforma laboral
Los diputados de UPN han roto la disciplina de voto de su partido y finalmente la reforma ha salido adelante por un único voto a favor, gracias al error de un diputado del PP
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El Congreso de los Diputados ha aprobado la reforma laboral llegando a la mayoría absoluta en la votación por un solo voto de diferencia. La norma ha conseguido 175 votos a favor, uno menos de los que se calculaban debido a que los dos diputados de UPN han cambiado de opinión contradiciendo la postura de su partido y un diputado que iba a votar 'no' ha acabado dando el 'sí'. Lo que nadie esperaba es que este diputado es Alberto Casero, del Partido Popular, que se ha convertido en el salvador del decreto del Ejecutivo. Su error ha propiciado que el texto salga adelante. Cuca Gamarra, portavoz del Partido Popular, ha confirmado que se trata de un 'error' en el voto telemático y que el diputado ha ido al pleno a informar a los responsables de su grupo parlamentario para tratar de cambiar el voto, pero Meritxell Batet no le ha permitido entrar.
La postura del Partido Popular se fundamenta en el punto cuatro de la Resolución del Reglamento del Congreso y Normas Complementarias que explica que "tras ejercer el voto mediante el procedimiento telemático, la Presidencia u órgano en quien delegue, comprobará telefónicamente con el diputado autorizado, antes del inicio de la votación presencial en el Pleno, la emisión efectiva del voto y el sentido de este. Una vez verificados dichos extremos, el voto telemático emitido se trasladará a la Presidencia al inicio de la votación presencial en Pleno para que pueda anunciar el resultado acumulado de las votaciones".
Por otro lado, Vox ha asegurado que va a recurrir a la justicia basándose en el punto sexto de la Resolución del Reglamento del Congreso y Normas Complementarias que detalla que "el diputado que hubiera emitido su voto mediante el procedimiento telemático no podrá emitir su voto presencial sin autorización expresa de la Mesa de la Cámara que, en el supuesto en que decida autorizar el voto presencial, declarará el voto telemático nulo y no emitido".
La propuesta del Gobierno se ha aprobado gracias al error de este diputado del PP, apoyo de PSOE, Unidas Podemos, Ciudadanos, Más País, Compromís, Coalición Canaria, Nueva Canarias, Teruel Existe y PDCat y han permitido que se convalide este jueves el decreto de reforma laboral.
La aprobación de la norma pendía de un hilo y cualquier contratiempo podía provocar que no prospere la reforma debido a las discrepancias que se han producido en el bloque de investidura, que han hecho que los partidos minoritarios tengan la llave para que salga adelante. De hecho, una confusión con los votos telemáticos ha provocado que la reforma se anunciase como no aprobada, pero la inclusión de nueve votos telemáticos a favor y los cinco en contra han acabado convalidando el decreto por la mínima. Uno de estos votos a favor telemáticos es el del diputado del PP, Alberto Casero.
De esta manera se pone fin a meses de negociaciones para reformar la ley laboral, que estaba vigente desde 2012 cuando el Gobierno de Mariano Rajoy aprobó el ya antiguo decreto. Los tres agentes implicados, es decir, el Gobierno, la CEOE y los sindicatos acordaron estos cambios y finalmente se ha convalidado satisfaciendo las exigencias de la patronal y los sindicatos de trabajadores. La aprobación era clave para que España reciba los fondos europeos para la recuperación económica. Bruselas exigió que se aprobase esta reforma o bloquearía los 140.000 millones de ayudas que España tiene que recibir de los fondos 'Next Generation EU'. Finalmente, la aprobación del decreto, que estaba avalado por la UE, se ha convalidado y España se desprende de una losa que hacía que peligrasen los fondos europeos.
La reforma laboral divide el bloque de investidura
ERC, EH Bildu y el PNV fueron los tres partidos que facilitaron la formación del Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos y el nombramiento de Pedro Sánchez como presidente, pero en esta ocasión se han opuesto a la reforma laboral al considerar que no satisface sus pretensiones. La oposición a la norma ha sumado 174 votos con el 'no' de estas formaciones junto al Partido Popular, Vox, JxCAT, BNG, la CUP, Foro Asturias y el ex diputado de Ciudadanos Pablo Cambronero, que pertenece al Grupo Mixto.
Solo tres votos de diferencia han decantado la balanza y han permitido que se autorice la reforma laboral, pero esto ha provocado una crisis en el bloque de investidura. ERC, EH Bildu y el PNV han mostrado su decepción con el Gobierno al haber aceptado a Ciudadanos como socio para aprobar la reforma laboral. Estos partidos exigían concesiones y una derogación de esta reforma laboral, algo que prometió la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, pero que acabó descartando por ser inviable. ERC, socio del Gobierno y con el que Díaz había negociado directamente, ha criticado con dureza la norma, y ha llegado a calificarla de estafa, aunque ha tendido la mano para seguir trabajando.
El PSOE aseguró antes de la votación que "continúa la mayoría progresista" y que el hecho de que los socios se vayan a oponer a la convalidación del decreto de la reforma laboral que se vota este jueves en el Congreso no tiene por qué afectar "a ninguna ley" que el Ejecutivo quiera aprobar próximamente. "Hay veces que votan con nosotros y otras que no, pero lo importante es que todo lo que el Gobierno trae al Congreso de los Diputados sale adelante", explicó Adriana Lastra en los pasillos de la Cámara Baja antes de la votación.
Desde Unidas Podemos admiten que la reforma laboral ha causado un bache en el bloque de investidura, pero confían en que se reestablezcan las alianzas con los socios de Gobierno para seguir con las políticas progresistas. En este sentido, descartan a Ciudadanos como una vía para aprobar futuros proyectos y reclaman colaboración y responsabilidad entre el Gobierno y los socios de investidura.
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha lamentado que la "norma más importante de la legislatura", que supondrá dejar atrás el "modelo fracasado del PP", se haya sustanciado en debates "superficiales, en el campo de las rivalidades partidistas" y no haya tenido el apoyo de toda la Cámara.