La dimisión de Sánchez en 2016 y las presiones sobre Casado: ¿son comparables?

El presidente de España dimitió como secretario general del PSOE por presiones dentro del partido, una situación que podría ser comparable a la que vive Pablo Casado

La dimisión de Sánchez en 2016 y las presiones sobre Casado: ¿son comparables?

Sergio Muñoz González

Publicado el - Actualizado

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El apoyo no es eterno. Mucho menos si se trata de política. El más mínimo error puede hacer que la popularidad de un candidato desaparezca. Los líderes políticos pueden perder esta aceptación por parte del electorado, como le ocurrió a Albert Rivera en noviembre de 2019 al bajar de los 57 escaños en las elecciones generales de abril a los 10 representantes en la repetición del 10N. Pero no solo es la opinión pública la que puede acabar con un presidente de partido, también los propios miembros de la formación pueden precipitar esta salida, como le ocurrió a Pedro Sánchez en 2016.

Pablo Casado no contaba con un apoyo demasiado grande entre el sector de centro y el de la derecha, pero no era una falta de aceptación que fuese a provocar a corto plazo el fin del presidente del Partido Popular. La posición de Pablo Casado pende de un hilo. El escándalo del espionaje de Génova al hermano de Isabel Díaz Ayuso ha precipitado que el líder del PP esté cerca de pasar a la historia.

Pablo Casado se está intentando aferrar al cargo y resistir al frente de un barco que no le quiere como dirigente, pero no cuenta ni con el apoyo popular, ni con el del electorado. La única salida posible para el actual líder de la oposición parece salir de una forma digna para no seguir debilitando al partido y tampoco su figura política.

Una situación similar a la de Pedro Sánchez en 2016

Esta situación recuerda a la que atravesó el actual presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez. Antes de llegar a Moncloa, tuvo que hacer frente a la oposición de su propio partido que no confiaban en que fuese el líder socialista que necesitaba el PSOE para establecer el cambio de rumbo en el Gobierno de España. En su caso no fue el Comité de Dirección, sino el Comité Federal, pero también trató de aferrarse al cargo y finalmente tuvo que dimitir por las presiones encabezadas por Susana Díaz desde el PSOE andaluz. Algo similar le ha pasado a Pablo Casado, quien también ha visto que por su rivalidad con una baronesa autonómica, en este caso con Isabel Díaz Ayuso, ha estallado una crisis dentro de la cúpula del partido y ha perdido la confianza de sus simpatizantes.

La dimisión de Sánchez en 2016 y las presiones sobre Casado: ¿son comparables?

Pedro Sánchez se negaba a abandonar su puesto. El 1 de octubre de 2016 fue el día clave, pero el actual presidente de España no se fue sin agotar sus últimas bazas. El Comité Federal estuvo reunido durante todo el día en la sede y no fue hasta las ocho y veinte de la noche cuando Pedro Sánchez aceptó una votación de los presentes para su propuesta de convocar primarias para elegir al secretario general. Esta se zanjó con una oposición de 132 votos por los 107 que tuvo de apoyo. Tras esta votación, Pedro Sánchez dimitió y el PSOE quedó a cargo de una gestora. Para dirigirla fue propuesto el presidente de una comunidad del norte, Asturias, y todo parece indicar que si Casado finalmente dimite la gestora a cargo del Partido Popular la lideraría el presidente de otra comunidad del norte, en este caso Galicia, Alberto Núñez Feijóo.

Al igual que ha ocurrido con el Partido Popular, esta situación no se ha producido con diálogo y buenas formas. En el PP la crisis ha estallado por un espionaje al hermano de Isabel Díaz Ayuso desde la directiva de la formación. Esto se filtró a los medios de comunicación y generó un cruce de acusaciones públicas entre ambos con Teodoro García Egea de por medio. Por parte socialista, los enfrentamientos y descalificaciones se sucedieron durante la celebración del Comité Federal, con el bando de Susana Díaz acusaba a Pedro Sánchez de tratar de evitar durante todo el día la votación.

Pedro Sánchez dimitió tras dos años y tres meses al frente del PSOE. Lo más normal parecía que la carrera del actual presidente de España se hubiese acabado ahí, pero el rumbo de los socialistas dio un vuelco. Pedro Sánchez se presentó a las primarias de mayo de 2017 para tratar de vencer a Susana Díaz y Patxi López y volvió a convertirse en secretario general del PSOE.

Pablo Casado se mantiene como presidente del Partido Popular, aunque todo parece indicar que dejará de ser el líder de la formación en las próximas horas. Su dimisión supondría un símil más con la situación que atravesó Pedro Sánchez, pero aún se aferra al cargo.

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