Dinero y comercio: las dos hipotecas de la PAC

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El dinero de la UE y los acuerdos comerciales que negocia la UE: estas son las dos hipotecas principales que tiene la PAC y que inciden sobre la renta de los agricultores y ganaderos comunitarios, incluidos por supuesto los españoles. Y los dos asuntos han sido noticia durante los últimos días. De la “pasta” se habló el viernes 23 en la Cumbre Europea de carácter informal que tuvo lugar en Bruselas, durante la que se comenzó a negociar el Marco Financiero de la UE para el periodo 2021-27, incluido el dinero de la PAC. Se quiere hacer más con el mismo dinero, o incluso con menos, porque las arcas comunitarias van a perder entre 10.000 y 12.000 millones de euros por la salida del Reino Unido. Y eso es como lograr la cuadratura del círculo.

“Se quiere hacer más con el mismo dinero, o incluso con menos”

Hay tres hipótesis. La primera, que los Estados miembros pongan más dinero, algo a lo que estarían dispuestos en principio, Francia, Alemania y, llegado el caso, España. Pero es una posibilidad que rechazan de plano Holanda y los países ricos del norte como Dinamarca o Suecia. La segunda es recortar el dinero de las principales partidas del gasto comunitario como la PAC y la Política de Cohesión, algo a lo que se opone España. La tercera alternativa es una combinación de las anteriores, es decir, aportar más al presupuesto comunitario con lo que habría que recortar menos. En estos momentos todas las hipótesis están abiertas, pero, tal y como pintan las cosas, habrá que irse haciendo a la idea de que la PAC del futuro tendrá menos dinero.

Y, mientras en Bruselas se hablaba de dinero, en Asunción (Paraguay) se hablaba de comercio entre la UE y Mercosur. El capítulo agrario de estas negociaciones es uno de los más complicados, con una mayor apertura del mercado comunitario al vacuno de carne procedente de Argentina y Brasil, sobre todo, como asunto estrella. Como telón de fondo está el mismo de siempre: los agricultores y ganaderos comunitarios deben cumplir con unas exigencias de producción que provocan mayores costes. Así es muy difícil competir con las mercancías que vienen de fuera, ya que, además, no se vigila que estas cumplan las exigencias comunitarias. Lo dicho, dinero y comercio hipotecan la PAC.

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