¿Un otoño caliente?

Por César Lumbreras

¿Un otoño caliente?

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El final del verano y el principio del otoño se presenta caliente debido, sobre todo, a problemas relacionados con los precios o al incumplimiento de lo establecido en distintas normas sobre la obligatoriedad de los contratos.

En los últimos días han proliferado las denuncias de las organizaciones agrarias de las zonas más importantes en la producción de uva y vino, en lo que a cantidad se refiere, sobre lo que estaban haciendo las bodegas, o mejor dicho, lo que no estaban haciendo. No ponían los precios en las tablillas, lo que obligaba a los viticultores a entregar la uva sin precio y también sin contrato. Se trata de un incumplimiento claro de la normativa actual. Además, cuando han aparecido esos precios en las tablillas, resulta que eran prácticamente iguales, como si los bodegueros se hubiesen puesto de acuerdo.

En agosto ya hubo quejas de ASAJA Sevilla por los precios de la pipa de girasol que estaban pagando las empresas extractoras de aceite, integradas muchas de ellas en una asociación que se llama AFOEX. Ahora las quejas se repiten desde Castilla y León, donde está comenzando la recogida de pipa, o desde Castilla-La Mancha. También hay problemas desde hace varios meses con los precios de la leche de oveja y de cabra y de la fruta de verano.

En otro orden de cosas continúa el caos de este no gobierno, mientras, eso sí, el teórico ministro de Agricultura, Luis Planas, sigue en el balneario. La ministra de Hacienda, Montero, afirmó el jueves que el impuesto al diésel que diseña el Gobierno supondrá un coste de 3,3 euros al mes para el consumidor medio, quedando excluidos de la subida los profesionales que utilizan el transporte como medio de trabajo, entre los que citó a transportistas y taxistas. ¿Qué pasa con los agricultores, que no existen, como su ministro?

Teresa Ribera, la de Transición Ecológica, sigue haciendo de las suyas, empeñada en que el diésel tiene los días contados. En esas estábamos cuando reapareció Nadia “recortes” Calviño. Mejor no lo hubiera hecho. Pues no va Calviño y dice esta semana que “si hay un momento en el que toca subir impuestos es ahora”. Esto me ha sumido en un gran dilema, porque a partir de ahora doña Nadia es ¿“recortes Calviño o “subidas Calviño”? ¿Qué pasará en el otoño?