Marcelino, en Deportes COPE Valencia: “Cuando perdemos soy un bulto sospechoso en el sofá de casa”

Cuando se viene de ganar, ¿se abren las puertas de casa con otro talante?

Hay que saber vivir con la situación que toca. Ganar es un motivo de alegría. Estamos mejor a nivel mental que hace dos semanas, pero tenemos un trabajo difícil por delante, pero lo afrontamos con mucho optimismo. 

¿Cómo estás a nivel mental?

Estoy igual. Sí que te preocupa que los resultados no salgan, pero a la vez creo que no hay una explicación lógica, porque si vieras que el equipo no compite, que te genera dudas, que no tiene ocasiones, que le hacen muchas... se notaría la inquietud, pero la realidad es que somos un equipo competitivo. Hemos hecho dos tiempos de 45 minutos por debajo de lo exigido (contra Espanyol y Young Boys) y somos conscientes, pero hemos hecho méritos para tener más puntos de los que tenemos.

¿Cómo llegas a casa después de caer derrotado ante el Girona?

No fue de mis peores días. Los peores fueron los días del Leganés y Young Boys. Contra el Girona es fútbol. ¿Por qué la suerte no nos acompaña? Vamos a perder muy pocos partidos como aquel. Hay que perseverar porque las dinámicas no son eternas.

¿Y cómo te recibe tu mujer en esos días malos?

Estoy ausente. Soy un bulto sospechoso en un sofá viendo la televisión sin saber lo que veo. Mi mujer me habla, me dice una frase muy corriente de ella: te estoy hablando y no me escuchas. Y yo le respondo que sí. Ella ya sabe cómo soy. Suelo ver el partido, porque no tengo mucho sueño.

¿Y el día de la victoria frente al Getafe?

No soy excesivamente eufórico en la victoria, pero ese día hay alegría. Estoy más dialogante, entro en conversación. Mi mujer habla de fútbol lo justo, ella sabe cuál es su ámbito y su terreno. Sería un poco atrevida si me diera lecciones (se ríe). No soy muy de desahogarme. La clave es que pasen las horas y todo vaya a su sitio. La derrota también te enseña muchas cosas y te hace aumentar la dedicación, buscar las soluciones. Nunca me doy por vencido.

Te has mostrado muy convencido de que el problema del VCF sólo era de resultados.

La respuesta diaria de los futbolistas siempre ha sido muy buena, encomiable. Es lógico que ellos duden. El no ganar te quita alegría, atrevimiento, confianza, pero no nos restó sacrificio, esfuerzo, convicción y eso se demuestra en el campo. Ningún rival nos superó claramente. El Leganés se pone por delante sin crear una ocasión de gol y eso es difícil para el jugador.

¿Qué ha cambiado de un año a otro?

El VCF de Marcelino del año pasado tuvo también episodios no muy buenos, pero casi siempre nos adelantábamos en el marcador. Este año sucede todo lo contrario y eso te genera el apresurarte, la precipitación. Si no transformas el primer gol, el rival crece en confianza. No tenemos el acierto que otros equipos tienen, pero sí generamos ocasiones. El Madrid tuvo su etapa, el Atlético, la Real, el Betis... a todos nos pasa

¿Eres un entrenador proclive a crear foros con los futbolistas, a que ellos te trasladen sus inquietudes?

Tenemos un diálogo fluido a la búsqueda de soluciones, pero siempre intentando ponderar. La temporada pasada Cristiano en diciembre llevaba siete goles y acabó con 40, ¿cómo no nos va a pasar a nosotros? Lo importante es que los jugadores sepan cuál es su verdadero potencial.

Rodrigo. ¿Incides mucho con él en ese aspecto?

Yo le recuerdo lo bueno, pero no a menudo. A la paloma hay que dejarla volar. Hay que darle naturalidad a las cosas. Rodrigo es muy importante para nosotros, aún no metiendo goles. Su acierto llegará, las ocasiones entrarán y él tiene muy buena capacidad. Va a marcar de 12 goles para arriba este año.

¿Te molesta que se cuestione tu sistema de juego?

No me incomoda, lo entiendo. Cuando no se gana, lo lógico es preguntarse por qué, pero el andar modificando es una prueba de inmadurez. Cuando cambias a un sistema a cinco lo haces más defensivo y ése no ha sido nuestro problema. Los entrenadores no podemos dejarnos influir por las opiniones.