El matrimonio pakistaní liberado tras ser condenado a muerte

Concemos la historia de un matrimonio pakistaní que ha llegado a Europa después de ser liberado tras haber sido condenados a muerte por haber cometido, falsamente, una blasfemia

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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8 años. Ese es el tiempo que han pasado en prisión Shagufta Kausar y su marido, Shafaqat Emmanuel, esperando la resolución de una sentencia injusta que les condenaba a muerte por haber cometido, supuestamente, una blasfemia. Su historia la ha contado el hermano de Shagufta, Josef Anwar, en el semanario Alfa y Omega.

Todo comenzó en 2013. En ese momento, se les acusó de haber enviado mensajes blasfemos a un clérigo desde un teléfono móvil registrado a nombre de la mujer. La defensa del matrimonio alegó que aquello no era posible porque tanto Shagufta como su marido, Shafaqat, son analfabetos y, además, la mujer había perdido el móvil un mes antes de los mensajes. Siempre defendieron su inocencia, hasta que a Shafaqat le obligaron a confesar a base de golpes y amenazándole con hacer daño a lo que más quiere, a su mujer. “Ningún hombre puede soportar ver a su esposa siendo torturada”, explicó para justificar su confesión.

El abogado del matrimonio, Saiful Malook, que también defendió a Asia Bibi, se enfrentó a un caso complejo. Radicales islámicos pusieron el punto de mira en el proceso para evitar que este matrimonio se pudiera “ir de rositas”. Malook trabajó bajo mucha presión -incluso recibió amenazas de muerte a través de las redes sociales- y no pudo evitar que, en 2014, el matrimonio fuera condenado, en primera instancia, a la pena capital.

Entonces empezó un largo proceso, de 8 años, de numerosas apelaciones y recursos que, finalmente, ha logrado revocar esa sentencia de muerte.

El matrimonio, y sus hijos, se encuentran ahora en un lugar seguro, en Europa. Desde su nuevo hogar han agradecido la implicación del Parlamento Europeo en la denuncia de su situación.

Una denuncia que el matrimonio considera fundamental para haber logrado la tan ansiada libertad. Y es que, el pasado mes de abril, el Parlamente Europeo emitió una resolución en la que instaba a poner en libertad “de forma inmediata e incondicional” al matrimonio y a anular la sentencia, porque las pruebas en las que se basaba el caso eran profundamente defectuosas. Además, añadía que las leyes sobre blasfemia de Pakistán incitan al acoso, la violencia y el asesinato contras los acusados.

Una percepción que también tienen Shagufta y su marido, Shafaqat, quienes denuncian que la ley de la blasfemia vigente en Pakistán desde el año 1985 introdujo la pena capital en el caso de que se ofendiera a Mahoma o se causaran daños al libro del Corán, y frecuentemente es utilizada para perseguir a los cristianos y también a musulmanes chiítas o ahmadíes.

Liberados el pasado mes de junio después de que la Corte Superior de Lahore declarase nula la sentencia, ya se encuentran a salvo en Europa, sin poder dejar de abrazar a sus cuatro hijos y de reír con ellos: llevaban ocho años sin verlos. Los niños comenzarán sus estudios a la vuelta de las vacaciones y poco a poco normalizarán su situación. El matrimonio da las gracias a todos los que los han ayudado, a los jueces, a las instituciones y a todas las personas que en este tiempo han rezado por su liberación.