El militar coreano ordenado sacerdote en Caravaca de la Cruz

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Daniel Bae nació en el seno de una familia católica en Corea del Sur. Desde niño le atrajo la profesión militar, que habían practicado algunos de sus antepasados, y tras casi diez años de carrera, alcanzó el grado de capitán de Infantería. Es en ese momento cuando sintió la llamada de Dios a trabajar para Él. El discernimiento se alargó durante tres años, hasta que decidió dejar el Ejército en 2008. Un dominico español, al que conoció en Corea, le animó a venir a nuestro país, y así es como llegó a España hace doce años, sin hablar el idioma y sin conocer a nadie.

Durante un año estuvo en Salamanca para aprender español, mientras seguía el proceso de su vocación. En 2010, con la ayuda de las Carmelitas Descalzas de Burgos, se encontró con el Carmelo, y comenzó el camino que le llevaría en 2019 a realizar su profesión solemne, y a ser destinado al convento de Caravaca de la Cruz, donde el pasado sábado fue ordenado sacerdote. Durante su ordenación, el obispo carmelita Braulio Sáez recordó a todos la historia de Daniel, que era capital del Ejército en su país: «Tú has querido el amor de Dios y por eso has dicho “aquí estoy Señor”. El sacerdote es un capitán, sé capitán al estilo de Teresa de Jesús».

En el Carmelo Descalzo, Daniel ha encontrado su hogar, y la forma concreta de responder a la llamada del Señor. Una historia larga de búsqueda y discernimiento que, a sus 46 años, ahora logra ver con perspectiva: “en el pasado fui soldado profesional, pero ahora soy un soldado del Señor, tratando de hacer lo que Él quiere que haga… Al igual que el apóstol Pablo, que persiguió a la Iglesia y se convirtió tras la llamada de Dios, nunca pensé que mi vida cambiaría así; pero tengo que confesar que cada día veo con más claridad que mi vida está en el Carmelo Descalzo”.