En 'El Espejo'
Misioneros repartidos por los 5 continentes: Mons. Miguel Ángel Sebastián
El comboniano, Miguel Ángel, es uno de los numerosos misioneros españoles a los que la Iglesia ha llamado a ser pastores de una diócesis lejos de Zaragoza, su tierra.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Este zaragonzano lleva toda una vida Chad. En 1998 fue nombrado obispo de Laï, y en octubre de 2018 el Papa le ha encargado la diócesis de Sarh, donde precisamente había comenzado su trabajo de misionero.
El comboniano reconoce que esta nueva diócesis no es la misma que la de Laï, sobre todo en cuanto a las distancias que son el doble que lo que tenia en Laï. El problema que existe debido a esas distancias es que hace que el Pastor no pueda estar tan cerca de la gente. La segunda diferencia es, que los sacerdotes son menos numerosos cuando la población es mucho mayor.
En su paso por Laï, se encontraba con una diócesis nueva, con la que "empezamos juntos a caminar con el pueblo de Dios". Ahora se encuentra con una diócesis más antigua, con una mentalidad ya hecha que casi nada le recuerda a su tiempo allí. Asegura que las parroquias han aumentado pero "la situacion de las Iglesias, de las casas sacerdotales...deja mucho que desar". En estos 60 años no ha habido muchos cambios, arreglos y el resultado se traduce en una diócesis vieja.
Para ello, Monseñor trabaja ya en la propuesta de un nuevo Plan Pastoral.
Geográficamente también encuentra una improtante diferencia entre el sur y el norte, en la parte norte prácticamente solo hay un sacerdote que se ocupa de una extension enorme. Y se suma a ello una falta de misionalidad, cuenta Miguel Ángel, "no es una Iglesia misionera". Y uno de sus objetivos es insistir en ello, como les pide el Papa Francisco constantemente.
A los problemas que se enfrenta Monseñor se suma un país empobrecido. Lleno de injusticias a las que el obispo y su pueblo tienen que hacer frente. Siendo los agricultores los que más sufren y los jóvenes los principales afectados que se ven obligados a marcharse de los pueblos debido a las condicones de trabajo. A lo que asegura que "quedarnos sin jóvenes es un drama".
Otra de las cuestiones es el yihadismo que, ahora mismo en Shar les queda nos queda un poco lejos, los problemas reales son otros.
Son los grandes y pequeños asuntos de un obispo misionero en una tierra como Chad, donde queda un largo camino de proyectos que llevar a cabo.