La dura lucha de los cristianos en Pakistán para ver reconocidos sus derechos

Los cristianos en Pakistán luchan por poder tener una vida normal en su país

La dura lucha de los cristianos en Pakistán para ver reconocidos sus derechos

Redacción digital

Madrid - Publicado el

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La Comisión Justicia y Paz dela diócesis de Karachi, organizó el pasado 19 de noviembre un acto público en la catedral de San Patricio, en la capital pakistaní, para discutir la cuestión de las menores cristianas secuestradas y obligadas a convertirse al islam para casarse con sus captores. El último caso, que ha provocado la movilización de los cristianos pakistaníes incluso en las calles, es el de Arzoo Raja, una adolescente de 15 años que ahora ha quedado bajo tutela judicial tras anularse el matrimonioal que había sido forzada por un musulmán.

El cardenal Joseph Coutts, arzobispo de Karachi, ha alzado la voz para recordar que los cristianos son ciudadanos de Pakistán. El tema del secuestro, las conversiones forzadas y los matrimonios forzados, ha dicho el cardenal, debe tratarse sobre la base de los derechos humanos, en lugar de convertirlo en una cuestión religiosa. Es responsabilidad del Estado brindar protección, tutelar y hacer justicia a todo ciudadano, sin distinción de credo, cultura, etnia o clase social”.

En el encuentro estuvieron presentes sacerdotes católicos, pastores protestantes, abogados, activistas de derechos humanos, y miembros de otras religiones. Durante el diálogo se instó a todos a trabajar juntos para promover la justicia y la igualdad de derechos para todos.

El cardenal agradeció el trabajo conjunto de las iglesias y el creciente apoyo de la sociedad civil, así como el compromiso del Consejo Médico, el poder judicial, algunos líderes políticos y activistas de derechos humanos, que ha permitido denunciar el caso de Arzoo Raja y hacer justicia. De hecho existen leyes que reconocen y castigan estos delitos, pero muchas veces falta la voluntad necesaria para aplicarlas en un país donde la influencia de los radicales islámicos sigue siendo intensa, y condiciona muchas costumbres sociales.