Eduardo Llorens, un jesuita en mitad de las protestas de Cuba

Eduardo Llorens, un jesuita cubano en Trece Televisión sobre lo que está sucediendo estos días en su país

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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En un comunicado al hilo de las protestas, la Conferencia de Religiosos de Cuba ha sostenido que “los que salen a las calles no son criminales, son gente común de nuestras ciudades que han encontrado la manera de expresar su descontento”. Los religiosos han recordado el derecho de todo ciudadano a expresar sus reclamos de manera ordenada y pacífica, y han pedido la pronta liberación de todos los encarcelados injustamente y el restablecimiento de la libre comunicación entre las personas, al tiempo que pedían evitar caer en la trampa de la violencia.

En el programa El Cascabel, de TRECE Televisión, el jesuita cubano Eduardo Llorens ha dicho que la actitud del gobierno es “la manera de actuar propia de una dictadura; tenemos que llamar a esto lo que es: 62 años de dictadura maquillada en diferentes momentos, pero ya en estos momentos se le ha quitado la careta totalmente”. El padre Llorens está recorriendo diversos centros de detención para buscar a personas cuyas familias han denunciado su desaparición. “Son cientos de detenidos y no están dando abasto para procesar todos, ha explicado en TRECE, si algo son expertos es en crear delitos y a mí me preocupa porque en estos momentos siguen queriendo fabricar más delitos por la discrepancia política".

Según este jesuita es preocupante que el régimen esté intentando hacer una limpieza de tipo ideológica en el país, e impedir cualquier tipo de manifestación diferente a lo que ellos quieren. También ha comentado que la situación en La Habana aparentemente está tranquila, pero la ciudad está completamente militarizada. También hay personas favorables al régimen o militares vestidos de civiles que están en puntos estratégicos como hoteles, tiendas de intercambio de monedas y otros espacios que son emblemáticos. Sin embargo, en la periferia de La Habana sí se han producido protestas pacíficas que han sido cortadas de manera violenta.

Según su análisis el pueblo cubano está harto de la situación, agudizada por la pandemia y por la crisis que ha venido después. La gente no tiene para comer y no tiene nada que perder, por eso salen a la calle. Pero a su juicio el régimen no entregará el poder, todo lo más “puede hacer cambios en los principales cargos para dar otro maquillaje a esta dictadura".