La grave advertencia que han lanzado los obispos de Nigeria
La Iglesia advierte sobre el incierto futuro de uno de los países más importantes de África
Madrid - Publicado el - Actualizado
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“Hay que decir claramente al gobierno federal que, si sigue ignorando las críticas constructivas y las recomendaciones de los nigerianos de todos los sectores, el país se derrumbará y se volverá ingobernable”. Es la severa advertencia lanzada por los obispos al gobierno de Nigeria el pasado 7 de mayo.
Los obispos advierten que el país se acerca rápidamente a la ingobernabilidad: “queman comisarías, matan a nuestros valientes militares, atacan cuarteles, asaltan campamentos de desplazados internos, invaden tierras de cultivo, el desempleo juvenil está en su punto más alto, el sector privado no encuentra un entorno propicio para el crecimiento económico, mientras que los nombramientos para los cargos públicos no reflejan nuestra diversidad”. Y concluyen preguntándose ¿qué signos que preceden al colapso de una nación podrían ser más fuertes que estos?”.
Entre los delitos que se multiplican en el país, resulta especialmente odioso el de los secuestros de estudiantes, el último de los cuales tuvo lugar el 5 de mayo, cuando un grupo de alumnos de la Universidad Estatal de Abia Uturu, en el sureste del país, fueron secuestrados por hombres armados mientras viajaban en un autobús. A este respecto, los obispos afirman que los nigerianos están cansados de que los bandidos se lleven a los jóvenes de la universidad y ejecuten a algunos de ellos mientras otros son retenidos para negociar un rescate: “la inseguridad está provocando la pérdida diaria de vidas y bienes en todas las partes del país”.
Para detener el colapso de la nación, los obispos instan al presidente Muhammadu Buhari a que convoque una conferencia nacional en la que “todas las partes interesadas participen en un debate sincero sobre el camino a seguir para poner en práctica la tan discutida reestructuración y devolución del poder a los gobiernos locales”.
La Iglesia en Nigeria está pagando un alto precio por esta situación, y es uno de los sujetos sociales más relevantes para la cohesión nacional, al tiempo que la voz de los obispos goza de un alto reconocimiento social. No es la primera vez que en coherencia con su misión tienen que alzar la voz frente a un gobierno que no está a la altura de la grave crisis que amenaza la propia supervivencia de la nación