El Hogar Nazaret: Una respuesta de la Iglesia para los que sufren

El Hogar Nazaret es uno de esos proyectos que se sostienen gracias al dinero que aporta la sociedad a la Iglesia

El Hogar Nazaret: Una respuesta de la Iglesia para los que sufren

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Hace doce años comenzó en el barrio de Villalba, en Cartagena, la labor de Custodire, una asociación sociocultural que buscaba ayudar a los niños, adolescentes y jóvenes de esta barriada que necesitan un fuerte apoyo en la formación para poder encarar su futuro. De esa semilla nace el Hogar Nazaret, un proyecto de la diócesis de Cartagena que busca ofrecer una respuesta integral a aquellos que quieren salir de las ataduras de una adicción o a los que tienen problemas de conducta o con los estudios, o viven en una familia desestructurada.

Este proyecto se asienta sobre tres pilares: la mejora de la vida de estos niños a través de programas de alimentación, de salud e higiene, de educación y formación; la orientación personal y laboral; pero el pilar fundamental es el hogar que pretende acoger a 20 niños, aunque desde este proyecto acompañarán a muchos más. Dicho Hogar se establece en la Casa de Formación y Espiritualidad San José, en el Coto Dorda de Cartagena.

Los responsables son Ana Cruces, Carmen Gloria Miranda y el sacerdote Juan Carlos Ponce, y tienen como referencia el hogar que vio crecer a Jesús en el seno de la Sagrada Familia. Están convencidos de que Villalba es una barriada de personas extraordinarias que en época de crisis económica se han visto muy perjudicadas y necesitan que se les tienda una mano para que los niños y jóvenes puedan tener verdaderas oportunidades.

Para eso, lo más importante es construir un auténtico hogar donde los chicos, sin perder la referencia de sus familias, puedan ordenar su vida y plantearse qué problemas tienen y cómo pueden solucionarlos. Como dice Ana, una de las responsables, “el amor es la llave para llegar a esos corazones y sacar el potencial que tienen”. Naturalmente, para que todo esto se haga realidad son necesarios recursos económicos y el compromiso de muchas personas.