La Iglesia celebra el día de las gentes del mar junto a su patrona, la Virgen del Carmen
Desde el Apostolado del Mar siempre “recuerdan las necesidades de los marineros”.
Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Hoy es día de doble celebración, por supuesto, la primera felicitación va destinada a todas las Carmenes, Carmelas y Carmelos. Pues la Iglesia celebra la Virgen del Carmen, la patrona de todos los marineros. Pero también hoy, precisamente, se cumplen cien años del inicio de lo que se conoce como el Apostolado del Mar. Este Apostolado supuso una nueva etapa de atención a todas las personas que dedican su vida al mar.
Esta mañana ha pasado por los micrófonos de la Cadena COPE el Delegado del Apostolado del Mar de Barcelona, Ricardo Rodríguez Martos, quien dice que “la gente de mar llamó la atención de la Iglesia, porque eran gente muy desprotegida y la Iglesia vió que tenia que dar una respuesta”. Esa respuesta continúa hasta nuestros días y se extiende en tres cuartas partes del mundo.
Rodríguez Martos, definía la labor de la Iglesia en los puertos como una necesidad de “sensibilizar a las comunidades portuarias” de todas las carencias que tienen los marineros.
Haciendo referencia a la situación que estamos viviendo a causa del coronavirus dice que “el problema ha estado en el momento que los puertos comenzaron a cerrarse, sobre todo en el desembarco de personas”. El confinamiento también ha existido en el mar.
El Apostolado del Mar en Barcelona es un centro considerado “tradicional” porque conservan aún las residencias para los tripulantes. El Delegado, contaba que la Ciudad Condal tiene una tradición de muchos años, y “su actividad más genuina es que todos los días del año se visitan barcos”, los barcos que están en el puerto, para hacerles su estancia lo más agradable y fácil posible, además de ofrecer asistencia espiritual a los trabajadores que lo solictan.
Ricardo Rodríguez es familiarmente conocido como el "capellán del puerto" porque cuenta, que cuando hay bodas, bendiciones o entierros de marinos siempre acuden a él. Pero además, también están a disposición de los barcos para tener una misa abordo y nos confiesa que los marineros "se quedan muy felices" porque sienten "el calor de familia".