EN 'EL ESPEJO'
La Iglesia recoge "Minutos de Esperanza" para que los presos feliciten la Navidad a sus familias
Minutos de Esperanza es una campaña de las diócesis de Aragón para que presos y sus familiares puedan hablar por Navidad
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Hoy hablamos de la Campaña “Minutos de esperanza” que han impulsado las seis diócesis de Aragón para que los reclusos de las tres cárceles de esa comunidad autónoma pudiesen felicitar la Navidad a sus familiares.
La campaña “Minutos de Esperanza” ha recaudado 12.500 euros, con los que la Iglesia ofrece un testimonio de amor y perdón a los descartados de la sociedad. Gracias a ello, los 1.318 reclusos de Zuera, los 384 de Daroca y los 218 de Teruel ya tienen en sus manos una tarjeta telefónica para felicitar la Navidad a sus familiares.
La delegada de Pastoral Penitenciaria en Zaragoza, Isabel Escartín, reconoce que se han superado todas las expectativas, ya que el reto inicial era conseguir diez mil euros, y ya era muy ambicioso. La generosidad de cientos de personas ha permitido reunir 500 tarjetas de más, que permitirán a los capellanes ir satisfaciendo las necesidades de los reclusos a lo largo del próximo año.
El coordinador de la iniciativa es el obispo de Barbastro-Monzón, Ángel Pérez Pueyo, que entregó personalmente este regalo el día de Navidad a los internos del Centro Penitenciario de Zuera, donde ofició una multitudinaria Eucaristía en la que animó a los presos a “abrir la puerta de su futuro” confiando en Jesús, “que nace para todos y es la mayor locura de amor, una garantía cuando parece que todo está perdido”.
El obispo les recordó que “el secreto está en un corazón que late, siente, ama y sufre, y les recordó unas palabras del papa Francisco: “sólo quien ha experimentado el infierno, puede convertirse en profeta del cielo”.
Las diócesis de Aragón han mostrado su agradecimiento a todos los que han apoyado la campaña, también desde otros lugares de España, subrayando que las donaciones recibidas se han transformado en minutos de esperanza para los reclusos, y subrayan que esta muestra de amor transforma a quienes están en la cárcel, ya que muchos no se pueden creer que gente desconocida les ayude sin esperar nada a cambio, y más después de haber hecho cosas mal.