En 'El Espejo'

Isabel Sánchez nos habla de su libro 'Mujeres brújula en un bosque de retos'

En este libro, la directora de la Asesoría Central del Opus Dei propone la historia de mujeres que dirigen sus pasos a orientar a otros

Redacción Religión

Publicado el - Actualizado

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Mujeres brújula en un bosque de retos (Espasa) es un libro que nace de la experiencia de una mujer que ha recorrido el mundo debido al servicio eclesial que desempeña. Hablamos de Isabel Sánchez Serrano (Murcia, 1969), una mujer que dirige desde hace 10 años la Asesoría Central del Opus Dei, que lleva 25 años en las oficinas centrales de la Prelatura del Opus Dei en Roma y al frente de su Consejo de Mujeres, que asesora al prelado en cuestiones femeninas. En este libro, Isabel propone contar la historia de mujeres que dirigen sus pasos a orientar a otros, señalan el norte en un camino de heroísmo personal y acompañan hasta la meta.

Su presencia en este Consejo de Mujeres ha sido muy importante a la hora de concebir este libro. "Es un organismo innovador dentro del Derecho Eclesiástico. El prelado comparte su poder, su potestad de gobierno, con hombres y mujeres laicos, que le asesoran en el modo de impulsar iniciativas, en el modo de salir al paso en el modo de las necesidades que los hombres y mujeres de la Iglesia pueden necesitar para su formación espiritual y para su crecimiento como personas", explica Isabel.

Las protagonistas del libro son todas mujeres "porque pensé que para acercar a la sala de estar de nuestra casa esos retos, que son universales, necesitaba historias de carne y hueso. Y, por mi trabajo, conozco más de primera mano y más desde el interior las historias de mujeres. Y era importante tener historias con trayectoria, es decir, que se iniciaran, que se desarrollaran y que acabaran, porque eso es lo que nos podía dar un norte", señala la autora.

En el libro también se refleja lo que San Juan Pablo II ya señalaba cuando hablaba de ese 'genio particular de la mujer, que está llamada a ser especialmente la que cuida de la vida'. "He encontrado mujeres que tienen ese patrimonio muy hecho vida, o que incluso lo han descubierto después, al reorientarse ellas por dentro, que es el primer reto de una mujer brújula: ponerse mirando hacia el norte, mirando hacia la primacía de la persona", afirma Isabel Sánchez.

La relación entre el hombre y la mujer también aparece reflejada en Mujeres brújula en un bosque de retos. "Me parece que, en este tema, como en otros muchos, esta confrontación antagónica, este intentar estar siempre reivindicarnos unos a otros o echarnos en cara cosas... Si queremos construir tenemos que ponernos en posición de poder generar nuevas ideas, nuevos entornos y nuevos escenarios. Y eso solo se hace con el diálogo y con la integración de todo el talento", asegura la autora.

Este libro está compuesto de historias con nombres y apellidos, trenzadas alrededor de 10 nudos. Entre ellos, por ejemplo, la educación, de la que Isabel Sánchez afirma que hay que "revalorizar esas tareas. Parece que ahora estamos todos muy conscientes. La pandemia ha hecho que los padres sientan mucho la responsabilidad de educar a sus hijos... pero, en el fondo, la gran pregunta es cómo educar personas libres, capaces de dialogar y de construir una sociedad que integre, que sume y que esté abierta a la máxima diversidad. Y ahí cuento historias de mujeres que han dejado su talento, su dinero y han empeñado su vida para permitir que personas que no podían acceder a la educación lo hagan".

En el libro se abordan otros como el liderazgo, el trabajo o el cuidado, que están profundamente unidos entre sí. "En el trabajo, la pregunta más radical es '¿por qué el trabajo nos roba los amores?' ¿Hasta que punto quiero polarizarme en un trabajo que acaba al final conmigo mismo?", se pregunta la autora, lo que le lleva a plantearse "cómo en el trabajo puedo cuidar de mí mismo, cuidar a los que quiero... establecer un sistema que me permita estar con los que son la razón de mi vida y, al mismo tiempo, cuidar a los que trabajan conmigo".

"Eso nos lleva a los cuidados, que es la encrucijada en la que nos encontramos", explica Isabel, "que nos lleva a una sociedad del descarte, en la que todo lo imperfecto, lo limitado y lo vulnerable no cabe, porque queremos una sociedad robot, el sueño transhumanista; o una sociedad en la que queremos cuidar a los humanos, porque con sus límites e imperfecciones nos aporta el mundo de la misericordia, el mundo de la sorpresa, el mundo de la gratuidad. En esa encrucijada está el liderazgo, y creo que la mujer es una verdadera brújula y una fuerza motora importante".