En 'El Espejo'
Los obispos haitíanos denuncian la ola de violencia que afecta al país
En un comunicado, advierten de que, si no se actúa pronto, el país podría precipitarse al abismo
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Se calcula que entre enero y junio más de 240 personas han sido víctimas de la violencia solo en Puerto Príncipe, la capital de Haití, según un informe de la Comisión de Justicia y Paz de los Obispos de Haití. En los últimos meses se han producido varias manifestaciones pacíficas para denunciar este clima de inseguridad. La paradoja es que estas manifestaciones han sido reprimidas por la policía, que es incapaz de atajar el clima de violencia.
Los últimos episodios de violencia se deben a los enfrentamientos entre bandas armadas en la zona de la capital llamada Bel Air, que obligaron a sus habitantes a huir de sus hogares para refugiarse en los Campos de Marte, la plaza principal de la capital. Las bandas han prendido fuego a varias casas y al menos 20 personas han muerto en el fuego cruzado entre las bandas. Una marea humana inundó las inmediaciones del Palacio Nacional y pidió ayuda a la policía.
En un duro comunicado, los obispos haitianos han condenado la inseguridad endémica provocada por las bandas armadas, que siembran muerte y desolación en las familias, y han advertido que están llevando al país directamente al abismo. Los obispos se preguntan por qué las autoridades y la policía permanecen con los brazos cruzados, por qué se ha entregado el país a bandidos y asesinos.
Aseguran que la gente se ha cansado de la retórica vacía y de las falsas promesas y exigen que se actúe de inmediato para erradicar definitivamente la inseguridad y la impunidad que aumentan la miseria y la desesperación. De esta forma, convocan a todas las fuerzas morales y espirituales del país a un gran acción nacional conjunta para evitar que Haití se hunda para siempre en el abismo.