En 'El Espejo'

Refugee Pastoral Care, un proyecto para responder al drama de los refugiados

La iniciativa surgió en Durban en 2008, después de que la archidiócesis atendiera a 580 víctimas de los ataques xenófobos

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Sudáfrica acoge a unos 270.000 refugiados y solicitantes de asilo, pero el número real de inmigrantes indocumentados en el país es, sin duda, muy superior. De estos refugiados, el 84% procede del África subsahariana, y llegan huyendo de la pobreza, la violencia política y la guerra en sus países de origen. El proyecto Refugee Pastoral Care (Atención pastoral a los refugiados), de la diócesis de Durban, ubicada en la costa este de Sudáfrica, proporciona ayuda integral a estas personas para devolverles la dignidad, la fe y la esperanza perdidas.

Desgraciadamente los refugiados son a menudo víctimas de violencia por parte de gente que los acusa de ser el origen de la delincuencia y el desempleo. En 2008, cuando estalló en Sudáfrica el primer brote de violencia xenófoba, murieron 62 personas. Fue entonces cuando la archidiócesis de Durban acogió a 580 víctimas de estos ataques, dándoles protección, y se inició la andadura de este proyecto que ofrece alimentos y alojamiento para los refugiados recién llegados, y se ocupa también del pago de las tasas escolares de los niños. También ofrece enseñanza del inglés a los procedentes de regiones francófonas, para que puedan integrarse, y también del zulú, que es el idioma local. El aprendizaje de idiomas sirve como herramienta de integración, pues permite que puedan conversar con los lugareños y eso facilita la cohesión social entre nativos y extranjeros.

Pero la principal herramienta es la educación, que influye enormemente en el porvenir de los niños refugiados junto al de sus familias. Cada alumno inscrito recibe un uniforme escolar a principios de año. El proyecto para la pastoral de refugiados de la archidiócesis católica de Durban cuenta también con un programa de confección de uniformes escolares, que son obligatorios en Sudáfrica en todas las escuelas públicas y en la gran mayoría de las privadas. Gracias a la colaboración de Ayuda a la Iglesia Necesitada y otras organizaciones, la archidiócesis católica de Durban sigue llevando a cabo este programa, que ofrece un camino de esperanza para las familias refugiadas de la zona.