En 'El Espejo'
El arzobispo lituano que desafió al régimen soviético
Sigitas Tamkevičius SJ, arzobispo emérito de Kaunas, burló las duras condiciones de la KGB para impedir la evangelización en el país báltico y lo pagó con la prisión.
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Sigitas Tamkevičius SJ está a punto de cumplir 80 años y es arzobispo emérito de Kaunas. En 1983 fue detenido por la KGB acusado de formar parte del Comité para la Defensa de los Creyentes y de hacer propaganda anti-soviética. En los años 70 no era posible la catequesis ni otras formas de evangelización. En las pocas misas permitidas había espías que tomaban apuntes y vigilaban a los que participaban. El P. Tamkevičius SJ y otros sacerdotes pusieron en marcha entonces “La Crónica de la Iglesia Católica en Lituania”.
El durísimo interrogatorio que sufrió tras su detención se prolongó durante seis meses, ya que pretendía arrancarle el nombre de sus colaboradores en esa publicación, algo que nunca consiguieron. Por eso algunos amigos, asombrados, alababan su temple. Pero él tiene otra explicación.
Durante aquel período logró comprar algunos pedazos de pan y consiguió que su familia le enviara una uva pasa seca. Se ponía de espaldas a la puerta y esperaba a que su compañero de celda -naturalmente, un espía soviético- se quedara dormido; después comenzaba a exprimir la uva pasa entre los dedos hasta obtener alguna gota de vino que, en casos excepcionales como éste, es suficiente para celebrar la eucaristía.
Afortunadamente, se sabía de memoria las oraciones, por lo que pudo celebrar frecuentemente la misa. Él mismo cuenta que después de la consagración le invadía una alegría indescriptible.
“Celebrar la misa en esas circunstancias", ha explicado, "me daba una fuerza sin la cual no habría podido resistir…. Los brazos de Jesús me sostenían; nunca me dejó solo. Siempre fue mi esperanza.”