Así responde una comunidad de religiosas en la India a la crisis del coronavirus
Las Hermanas de la Caridad de Santa Ana no se olvidan de los más necesitados en el momento más difícil
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La misionera Primi Vela, de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana, ha contado en un mensaje cómo está respondiendo su comunidad de Bombay a la emergencia provocada por el coronavirus. El problema principal que ha sufrido laIndiadurante la pandemia es el que plantean 139 millones de emigrantes internos, en su mayoría procedentes de los estados de Bihar y Uttar Pradesh, ambos en el norte, en la frontera con Nepal. Allí la pobreza yla falta de oportunidades empujan a muchos a desplazarse a las inmensas ciudades del resto del país buscando un trabajo.
Durante las semanas de confinamiento estos trabajadores migrantes no pueden alimentar a sus familias, pagar sus alquileres o sobrevivir en las ciudades, debido a que se han parado los trabajos de construcción, restaurantes y ayuda doméstica. Millones de indios se han encontrado de la noche a la mañana sin trabajo y sin la posibilidad de regresar a sus pueblos de origen. Cientos de miles se vieron varados en las estaciones de autobuses o emprendieron el regreso a pie hacia sus pueblos, a cientos de kilómetros de distancia. Por otra parte es muy difícil mantener el distanciamiento social cuando resulta que unos 100 millones de hogares tienen solo una habitación.
Ante toda esta situación la Iglesia Católica está trabajando duro para que nadie se acueste con hambre y para dar protección a los migrantes. En Bombay la diócesis ha creado un equipo de crisis que coordina las actividades de las parroquias, Órdenes Religiosas y ONG. La comunidad de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana en esa gran ciudad dispone de un permiso de libre movimiento para ayudar a quienes lo necesitan. Su casa está cerca de la Comisaría de Policía del barrio, donde les proporcionan material y ayuda para poder distribuir. Hace poco les entregaron un camión cargado de verduras frescas.
Las hermanas seleccionaron varias zonas de extrema necesidad, especialmente las situadas en áreas interiores donde es difícil ir, y visitaron a las familias dándoles la alegría de que la vida sigue sin temor, ya que tienen asegurada su alimentación. En algunas de esas zonas la misma policía les ayuda en la distribución de arroz, trigo, aceite, azúcar, verduras…. Y así piensan seguir haciendo mientras se prolongue esta situación