En 'El Espejo'

Así van a comenzar este curso tan atípico los colegios católicos de la diócesis de Ávila

En los 12 centros católicos con los que cuenta la diócesis abulense estudian más de 8 000 alumnos y trabajan cerca de 1 000 personas

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Así van a comenzar este curso tan atípico los colegios católicos de la diócesis de Ávila

Redacción Religión

Publicado el - Actualizado

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En la diócesis de Ávila funcionan 12 centros católicos en los que estudian más de 8000 alumnos y en los que trabajan en torno a 1000 personas. El vicario episcopal para la Educación, Pablo Martín Pascual, refleja las ganas y la ilusión por empezar, pero reconoce que las improvisaciones de la administración obligan a revisar continuamente el trabajo que se ha desarrollado intensamente durante el verano para que el día 9 empiecen las clases con la máxima seguridad posible.

Lo que no quieren en ningún caso es renunciar a su vocación de educar. No se trata de convertir los colegios en lugares con guardas que vayan diciendo siempre a los niños que no se salgan de la raya. Por el contrario estas dificultades pueden ser un momento único para educar en la responsabilidad, en la madurez y en la autonomía.

El primer trabajo será de acompañamiento personal. No se trata sólo de medidas sanitarias, que hay que tomarlas, sino de estar atentos a las necesidades humanas: unos estarán encantados de venir pero otros llegarán con miedo, y eso habrá que trabajarlo mucho las primeras semanas. También reconoce que las medidas de seguridad sanitaria conllevan un gasto importante para los colegios, pero cuentan con un compromiso de la Consejería de Educación de que van a ayudar a todos los centros, tanto públicos como concertados.

En todo caso el desafío es grande y Pablo usa esta imagen: “estamos en un incendio y nos han dado un par de cubos para apagar el fuego… no va a bastar con la ayuda de la Administración, así que tendremos que arrimar el hombro y hacer lo que podamos desde cada institución educativa”.

Con todo, el vicario episcopal envía un mensaje de tranquilidad y pide compresión y unidad a los padres: “cuando un padre deja a su hijo en un colegio, está dejando lo más valioso y eso es un gesto de confianza extraordinario… los niños tienen que venir tranquilos y contentos al cole… esto solo podemos pasarlo con una colaboración mutua y un sentido de comunidad: pertenecemos todos al mismo barco y que habrá momentos en los que tengamos que ayudarnos mutuamente, familias y colegio”.

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