Fernando García Cadiñanos en el VIII Centenario de la Catedral de Burgos: "es el corazón de la Diócesis"

En El Espejo hemos viajado hasta la capital provincial de la comunidad autónoma de Castilla y León en España, a Burgos. Allí, ya están contando los minutos que faltan para conmemorar el VIII Centenario de su catedral, que cumple su fecha el 20 de julio de 2021.

Una catedral que como explica el vicario general de la diócesis de Burgos, Fernando García Cadiñanos, es "el signo de la ciudad". Una catedral que se edifica en torno al paso del Camino de Santiago, que el año que viene compartirá Año jubilar con el octavo centenario de la Catedral.

A lo largo de los tres o cuatro últimos años, cuando se creaba por entonces la Fundación VIII Centenario de la Catedral de Burgos era cuando empezaba realmente la cuenta atrás con las diferentes actividades que se han ido organizando. Ahora la pandemia ha condicionado este motivo de celebración aunque las exposiciones y conciertos programados pueden realizarse cumpliendo las normas impuestas por la situación en la que nos encontramos. Las visitas también se han visto reducidas, dice "han bajado al 30%" de lo que serían las visitas de otros años por estas fechas.

La Catedral de Burgos es una catedral con historia y Fernando García la conoce muy bien. Hace ochocientos años el obispo Mauricio y Fernando Tercero el Santo fueron las cabezas del pueblo cristiano y de la Iglesia. Juntos pensaron en la construcción de la catedral y el obispo Don Mauricio vió que sería interesante construir una catedral que trajese "los aires nuevos del gótico". Una catedral que se ha ido adaptando en sus reformas, para el vicario de la Diócesis de Burgos, es "una catedral viva muy presente en la sociedad", a través de los diferentes artes y estilos se ha plasmado la fe y el arte en el edificio.

De su arquitectura destaca que en su contenido la catedral "es toda ella una gran maravilla". Recuerda que por su singularidad fue declarada patrimonio de la humanidad, por los diferentes estilos que se fueron conjuntando "en una gran única obra". Si tuviese que elegir alguna de las partes de la catedral, Fernando no duda en mecionar el ciborrio sobre la escultura del Cid Campeón, que " abre esa belleza del renacimiento que se plasma en la obra".

Habla de la catedra como "un edificio vivo, porque expresa una comunidad que ha querido dar vida a ese edificio". Ahora, con motivo del octavo centenario quieren dejar como legado una obra del escultos Antonio López. Se trata de la impronta del artista en las puertas principales de la catedral que plasme esa "grandeza de Dios, esa misericordia y también esa ternura con un enorme rostro que quiere atraer hacia el interior de la catedral", explica Fernando. También en una de las puertas laterales estaría presente el rostro de María y en la otra puerta lateral, el niño Jesús con el árbol de la Iglesia que significa "los frutos que a través de cristo han generado vida en la Diócesis de Burgos".