El gobierno pakistaní y los radicales islámicos acuerdan revisar la sentencia de Asia Bibi
Parecía que la historia de Asia Bibi llegaba a su fin, pero el gobierno pakistaní ha acordado revisar la sentencia que absolvía a la cristiana encarcelada
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Hace tres días que Asia Bibi fue absuelta por la Suprema Corte de Paquistán, pero aún permanece en la cárcel. La razón: el gobierno pakistaní y los radicales islámicos han acordado que se revise la sentencia y que Asia no pueda salir del país. A cambio, se ha puesto fin a las manifestaciones de los islamistas en las calles.
El acuerdo es una verdadera una rendición del gobierno a los extremistas. A cambio de una relativa tranquilidad en las calles se acepta la revisión de la sentencia de absolución dictada por la Corte Suprema, y se prohíbe la salida del país de Asia Bibi. Está por ver si, entre tanto, Asia es liberada, y cuáles serían las medidas para garantizar su seguridad. De hecho su abogado, Saiful Malook, de confesión musulmana, ha salido ya de Pakistán ante las amenazas que pesan sobre su vida, aunque ha manifestado su voluntad de seguir defendiendo a Asia Bibi en la revisión de la sentencia.
La familia, que se encuentra protegida en un lugar desconocido, no oculta su desilusión por la actitud del gobierno, aunque alberga la esperanza de que si vuelve la normalidad todo será más sencillo. En cualquier caso el horizonte final, si se confirma la absolución, sería que algún país occidental les ofreciera asilo político, ya que el gobierno pakistaní es incapaz de ofrecer condiciones de seguridad a la familia y a su entorno.
Desgraciadamente la historia de Asia Bibi no tiene todavía un final feliz. Y los sucesos de los últimos días demuestran la extrema debilidad del Estado para hacer frente a los movimientos radicales y su incapacidad, incluso, para hacer valer una sentencia de su más alto tribunal.