La iniciativa diocesana para recuperar la actividad económica en esta crisis del coronavirus

Ya contamos aquí, al inicio de la pandemia, que una diócesis pequeña y rural como Osma-Soria había creado un Fondo diocesano extraordinario de solidaridad con el objetivo de paliar la situación de trabajadores y autónomos que hubiesen perdido el trabajo, así como ayudar a los negocios familiares que se encontrasen en dificultades por el COVID-19. El fondo arrancó con 175.000 euros aportados por la propia diócesis, el seminario y Cáritas Diocesana, además de aportaciones personales de sacerdotes y comunidades de vida religiosa. El pasado 25 de mayo la comisión gestora repartía los primeros 10.000 euros para dos pequeñas empresas y siete autónomos.

Las ayudas son a fondo perdido. Se pueden beneficiar de ellas empresas de menos de diez trabajadores, empresas familiares y autónomos que desempeñen su actividad en la provincia de Soria. Además tendrán que justificar una reducción del 75 % en la facturación e incluir una declaración jurada con el compromiso de no destinar la ayuda a pagar indemnizaciones o finiquitos para despidoso reducciones de plantilla. El administrador del Fondo, Alberto Martín, ha explicado a Alfa y Omega que estas ayudas buscan cubrir las necesidades más inmediatas lo más rápido posible, para que se pueda reabrir la actividad.La gestión de la ayuda implica también una acogida personal.

Se comparte con quienes la piden sus preocupaciones, la incertidumbre, pero también la esperanza. Los solicitantes llegan a veces con vergüenza, diciendo que no habían pedido nunca en su vida... Para muchos, este fondo es la única ayuda, el único punto de luz al que agarrarse. Hasta el momento se han recibido 25 solicitudes que tienen que ver con distintos sectores económicos, aunque la hostelería es el más habitual.

Seguramente las solicitudes irán en aumento, especialmente tras el verano, una vez acabe la temporada alta del turismo. Por eso la diócesis invita a quienes lo deseen a sumarse con sus aportaciones a este Fondo que apuesta por el futuro. Una muestra evidente de la creatividad de la caridad a la que está invitando del Papa