Marcelo Van, el vietnamita que habló con Santa Teresita y que vivió una relación sencilla con Dios

Marcelo Van nació en la Vietnam de 1928 en el seno de una famila católica. "Desde los 5 años tiene una relación con Dios excepcional. Muy sencilla, una relación de niño. Pero esa relación tan espontánea se rompe a través de la educación estricta de su tiempo. Matan esa espontaneidad del corazón del niño y nunca encontrará su molde fuera de esa sencillez".

La vida de este joven vietnamita podría haber sido la d eotro cualquiera... pero no lo fue. Vivió "los movimientos ideológicos y teologales de esa época y sufrirá las revoluciones propias de su tiempo. Particularmente la escalada del comunismo en los años 40", explica el sacerdote Álvaro Cárdenas, promotor de la web 'amigosdevan.es'. Y en mitad de esta situación, Van es hoy un ejemplo para muchas personas por su encuentro y sus diálogos con Santa Teresita de Lisieux, Dios y la Virgen María.

"Con 14 años tiene su primer encuentro con Santa Teresita. Él quiere ser santo, pero no encuentra ningún ejemplo que le acompañe". Por eso le pide a la Virgen que le ayude, pone un montón de biografías encima de la mesa y coge una al azar. "Cuando abre los ojos tiene antes sí, una biografía de una carmelita descalza. En las primeras páginas empieza a llorar porque descubre a su alma gemela. Poco después se escapa a una colina y es cuando ella le habla al corazón".

Diálogos con santa Teresita

Ahora esos diálogos -y los que tiene con Dios y la Virgen María- están publicados en español gracias a la asociación 'Amigos de Van'. Una lectura que ayuda a comprender algo mejor los misterios que entraña nuestra vida. "Él no entiende el misterio del sufrimiento hasta que le van dando las claves para vivir todos los momentos como una ofrenda", explica Cárdenas. "Jesús le dice muchas veces que lo ha elegido para esta misión, para transformasr el sufrimiento en alegría. Recibe el camino para acoger todo con amor y de esta manera nos da también a nosotros herramientas para no derrumbarnos ante el sufrimiento y para descubrir que es un momento de encuentro excepcional con Dios y que es fecundo".

Marcelo Van termina muriendo en un campo de reeducación, extenuado y enfermo le sacan de una celda para morir con 31 años en el año 1959. Los amigos de Van estrenan una nueva web para dar a conocer esta figura y ejemplo para la sociedad actual. "Es como un portal para empezar a conocer a Van y dejar que él entre en nuestra vida. Nosotros queremos ayudarle a realizar su misión desde el cielo. Que genere el hambre y el descubrir por qué el Señor nos lo regala en este momento concreto de la historia".