EN 'EL ESPEJO'

Mons. Gil Tamayo: "Estoy ilusionado, con ganas de conocer a mis diocesanos y ponerme a su servicio"

El nuevo obispo de Ávila, José Mª Gil Tamayo ha explicado en El Espejo que está deseando recorrer los rincones de la diócesis y empezar a trabajar.

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Mons. José Mª Gil Tamayo: "Estoy ilusionado, con ganas de conocer a mis diocesano y ponerme a sus servicio"

Amparo Latre

Publicado el - Actualizado

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El sábado pasado, el Presidente de la Conferencia Episcopal, el cardenal Ricardo Blázquez presidió la ceremonia de ordenación y toma de posesión José María Gil Tamayo, como nuevo obispo de Ávila.

En El Espejo ha afirmado que está ilusionado, "con ganas de trabajar, de conocer a mis diocesanos y de ponerme a su servicio".

Ha explicado que entró en la diócesis por Aldeavieja,  un pueblo que representa la realidad rural: "Es la más común en mi diócesis y yo no quiero ser un obispo solo de la ciudad, lo queiero ser también de los pueblos pequeños y de sus sacerdotes que están allí como los últimos de Filipinas, con la gente de los pueblos donde ya no hay centro de salud ni comercios, pero sí sacerdotes".

Otra de sus prioridades va a ser la vida contemplativa, muy característica de la diócesis de Santa Teresa y San Juan de la Cruz: "He visitado ya los dos conventos más grandes, San José y La Encarnación, pero quiero ir esta Navidad a los 13 monasterios de vida contemplativa que hay en la diócesis".

El nuevo obispo de Ávila ha insistido en que la razón de ser de los cristianos es el anuncio y la evangelización. "En una sociedad pluralista en la que amplios sectores ni siquiera han recibido el anuncio de la fe -ha dicho- hay que superar el recuerdo del pasado como algo estático. Debemos estar activos y apasionados en el presente. El evangelio no ha pasado de moda. Tenemos que transmitir el testigo en esta carrera de relevos que es la vida".

Mons. José María Gil Tamayo ha pedido respeto para que los cristianos puedan expresar líbremente su fe: "Yo quiero estar en la sociedad respetando a los demás, pero sin renunciar a mis convicciones. Y poder llevar mi fe a mi vida personal y social, porque el Cristianismo es de calle, es fermento, es sal, es de luz".

Por último el nuevo obispo de Ávila ha subrayado la labor sociocaritativa de la Iglesia y ha recordaro que si se sumara todo lo que la iglesia hace en España en favor de la acción social y caritativa sería un volumen de gasto parecido al de la tercera comunidad autónoma".

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