En El Espejo

Mons. Jesús Fernández desgrana el mensaje de los obispos para el Día de la Caridad

El obispo electo de Astorga también ha tenido unas palabras para la que será su nueva diócesis

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Mons. Jesús Fernández desgrana el mensaje de los obispos para el Día de la Caridad

Natxo de Gamón

Publicado el - Actualizado

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El próximo domingo, la Iglesia celebra la solemnidad del Corpus Christi, la fiesta que conmemora el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Pero, además, la Iglesia en España celebra el Día de la Caridad. Con ese motivo, la Comisión Episcopal de Acción Social y Caritativa ha publicado un mensaje para este día. En ‘El Espejo’, su presidente, monseñor Jesús Fernández, ha desgranado los aspectos esenciales de este documento.

Aunque lo primero ha sido tener una palabra para su nueva diócesis. Y es que el pasado lunes, monseñor Fernández, que hasta ahora era obispo auxiliar de Santiago de Compostela, fue elegido por el Papa para ocupar la sede de Astorga, vacante desde el fallecimiento de mons. Juan Antonio Menéndez el 15 de mayo de 2019.

El obispo electo de Astorga ha mostrado su alegría por “poder gozar de esta oportunidad que el Señor me concede y colaborar al bien del Pueblo de Dios, teniendo en cuenta que la Iglesia es universal y no me puedo cerrar en una Iglesia como era ésta (la de Santiago) a la que quiero y seguiré amando”.

De vuelta al Mensaje de los Obispos para el Día de la Caridad, monseñor Jesús Fernández ha reconocido que se puede sacar algo bueno de la situación de ayuno eucarístico forzado que hemos vivido debido a la pandemia. “Nos ha hecho crecer en hambre, en el deseo de recibir a Cristo Eucaristía y profundizar en lo que significa el Sacramento del Amor de Dios y de la Fraternidad Humana”, explica.

El documento de los obispos toma el pasaje evangélico de los discípulos de Emaús como eje. “Ese mismo Señor que se apareció a los de Emaús hoy quiere hacerse presente en ese camino que recorren tantas personas quiere aparecerse hoy a tantas personas. Es un camino de vuelta: de la esperanza a la decepción, de la abundancia a la pobreza, incluso de la vida a la muerte de seres queridos. Y en esa tarea, el Señor piensa encontrarnos. Espera que seamos ese rostro y esos pasos de Jesucristo que se acompasan a todas esas personas para abrirles el horizonte a la esperanza”, señala monseñor Jesús Fernández.

Este mensaje describe la gran obra social de la Iglesia, dividida en tres dimensiones que están unidas: ofrecer el sustento material a aquellos que lo necesitan, acompañar a quienes se sienten solos y ser el alimento espiritual de todos aquellos que tienen hambre de Dios. “Para el cristiano, el ser humano es una realidad única, aunque tiene distintas dimensiones. Está la material, o física. El Señor multiplicó los panes y los peces para dar de comer a la multitud hambrienta, y la Iglesia la atiende: ahí está Cáritas, Manos Unidas y tantas otras instituciones que cubren esas necesidades”, afirma el obispo electo de Astorga.

“Pero el ser humano es un ser social. Precisamente en estos tiempos hemos experimentado la soledad, hemos pensado en esas personas que se han pasado casi tres meses solas. Para ellos, la Iglesia también quiere ser hospital de campaña, situándose allí donde están las personas que han vivido en soledad o que la experimentan ahora mismo. Ese acompañamiento social o psicológico del ser humano también lo queremos hacer”, prosigue monseñor Fernández.

“Y por supuesto, la cumbre, lo que aglutina todos los valores son los espirituales y es Dios. El hambre de Dios se ha acrecentado mucho. Es cierto que algunos es posible que se hayan visto decepcionados, tal vez porque pensaban en un Dios que les había mandado el virus o les había ignorado. Pero los cristianos, por el compromiso bautismal han trabajado en la sanidad, en Cáritas, o los padres que han convertido su casa en una Iglesia doméstica… Ahí ha estado Dios”, señala el presidente de la Comisión Episcopal de Acción Social y Caritativa.

Los obispos también abordan en su mensaje la fractura político-social que afronta el país. “Dios quiere sentarnos a todos en la mesa de la unidad. Por todos murió, y sufre cuando ve nuestras divisiones. Cuando empezó la pandemia, la sociedad parecía que apuntaba a una unidad, en la misma dirección, pero ha ido creciendo la división. Socialmente apenas se nota, pero en el Parlamento… a veces descubrimos como que hubiera una doble vía: una realidad que está padeciendo el pueblo y por otro lado, los planteamientos ideológicos. Es algo que desmoraliza bastante a la sociedad", ha explicado el obispo electo de Astorga.

"Creo que tenemos que hacer una llamada a la cultura del encuentro, como dice el Papa. Cuando nos situamos cerca del hermano necesitado, las ideologías deben ceder paso a la presencia de la persona. La persona es lo primero, y Dios está en cada persona. Por eso, esperemos que estas situaciones aminoren, y nos centremos en lo importante, que es el amor y la justicia”, ha concluido monseñor Fernández.

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