Mons. José Rico Pavés habla del Centenario de la Consagración de España al Sagrado Corazón

España se consagró al Sagrado Corazón de Jesús en el año 1919. Fue el sexto país en hacerlo, después de que el Papa León XIII consagrara el género humano al corazón de Cristo en 1899. Con ocasión del centenario de este acontecimiento se han organizado una serie de actos con los que, como ha explicado el obispo auxiliar de la Diócesis de Getafe, Mons. José Rico Pavés "se pretende impulsar una renovación espiritual".

"El beato Bernardo de Hoyos, entonces un joven jesuita, fue el que intrudujo esta devoción en España. Él fallece en el año 1735, pero a partir de ahí conocemos cómo una serie de acontecimientos ayudan a centrar la vida espiritual de los cristianos en el misterio del corazón de Cristo", ha afirmado el obispo auxiliar.

Mons. Rico Pavés ha explicado que en 1919 en España había un motivo especial para estar agradecidos: "Se había evitado entrar en la Primera Guerra Mundial; un hecho que consigue conciliar diferentes estamentos del ámbito civil y militar, en un acto que tiene lugar en el corazón geográfico de España".

Aquel gesto fue una invitación a la conversión: "Hubo una corriente de renovación de la vida de los fieles gracias a los santos que están siempre en torno a los grandes acontecimientos -ha contado el prelado-. Fue fundamental la figura del P. Rubio S.J. que promovió la adoración eucarística; de Santa Maravillas de Jesús, que a partir del monumento que se crea en el Cerro inicia la fundación de nuevos Carmelos, el primero de ellos justamente en el Cerro. Y está también la figura de un padre peruano que fue el impulsor de la consagración de las familias, entronizando la imagen del Sagrado Corazón de Jesús en las casas".

El Papa Francisco ha invitado en varias ocasiones a los católicos a centrar la mirada en el misterio del corazón de Cristo. En El Espejo, el obispo auxiliar de la Diócesis de Getafe se ha referido al discurso que le pontífice pronunció en el año 2016 al recoger el Premio Carlo Magno y en el que invitó a construir un nuevo humanismo para Europa. "Al final del discurso -ha dicho- afirmó que la tarea de la Iglesia es salir al encuentro de las heridas de nuestros contemporaneos y que es en el corazón de Cristo donde encontramos el bálsamo capaz de curar las heridas de nuestro corazón".

Precisamente en esta idea está el origen del lema escogido para el centenario, "Sus heridas nos han curado", hilo conductor de los actos que comenzarán el próximo 2 de diciembre y terminarán el 24 de noviembre de 2019.