Mons. Juan del Río aborda cómo ser santos ejerciendo la profesión militar

Monseñor Juan del Río ha presentado en 'El Espejo' su última carta pastoral, titulada “Servidores de la Paz”. Una carta que el arzobispo castrense ha elaborado con motivo de la Jornada Mundial de la Paz, que celebramos el pasado 1 de enero. En ella, monseñor del Río aborda cómo se puede ser santo mientras se ejercita la profesión militar en este siglo XXI. Esta carta está especialmente dirigida a los feligreses de la diócesis castrense, pero que puede resultar interesante para todos.

En primer lugar, monseñor del Río aborda en su carta cómo está muy extendida una especie de dicotomía según la cuál habría una incompatibilidad entre lo que es la vida militar y lo que es una profesión de la fe cristiana. “El secularismo que nos invade culturalmente está basado en mucho prejuicio anticlerical y en un pacifismo buenista que no reconoce la existencia del mal”, asegura el arzobispo castrense, que continúa explicando que “si el Señor nos llamó a todos a que seamos felices (eso significa ser santos, ser felices) también será para los militares ¿no? Porque el Papa lo dice mucho expresamente: esto no es cuestión de frailes, de curas, de monjas, de obispos... sino de personas ordinarias, como es el caso de los militares, que tienen una cosa tan noble como estar dispuestos a dar la vida por el hermano. Y eso es muy evangélico”.

Monseñor del Río también trata en su carta la complejidad que vive la milicia en el mundo contemporáneo, con importantes desafíos en el ámbito ético y en el espiritual. “Hay nuevos escenarios, pero también hay nuevas armas mortíferas. Entonces, ¿cómo compaginar el uso de las necesarias armas defensivas con una actuación ética en legítima defensa?” se pregunta el arzobispo castrense. “Se plantea una reflexión hasta del concepto clásico de la 'guerra justa' y lo importante que es la formación de la conciencia del militar a la hora de saber utilizar esas armas tan poderosas, en las que ya no ves la cara del enemigo, sino simplemente un objetivo, y un dedo tuyo o una mano tuya puede provocar muchos muertos o fallecidos. Ahí tenemos un gran desafío y tienen que reflexionar los militares pero también los teólogos y los hombres de Iglesia”.

Además, el arzobispo castrense también toca los conflictos asimétricos, especialmente aquellos en los que participan radicales religiosos como es el caso de los conflictos con los islamistas. “No se trata de enfrentarse cara a cara, sino de cargarse la cultura, de cargarse lo que es la estructura de esa sociedad. Por eso, para un militar, la mejor victoria es la paz. Porque hoy la guerra es global. Puedes ganar muchas operaciones militares, pero si no ganas la opinión pública, pierdes la guerra”.

Monseñor Juan del Río también hace una relectura de las Bienaventuranzas en clave militar. “He ido comparando cada una de las Bienaventuranzas con los valores castrenses. El militar cristiano lo que tiene que hacer es cumplir las ordenanzas y vivir su fe en medio de la legislación de carácter internacional. En ese sentido, las Bienaventuranzas pueden ser la fuente de la que beber para ser artesanos de la paz, como dice el Papa”. El arzobispo castrense concluye la entrevista citando una vez más al Papa Francisco, que dice que “la santidad no te hace menos humano, porque es el encuentro de tu debilidad con la fuerza de la Gracia”.