Pablo Llano, director de CESAL: "Nunca podría haber imaginado que estaban pasando hambre"

A Pablo LLano -como a todos- también le ha afectado la pandemia mundial que sufrimos. El confinamiento, las medidas de seguridad, las dificultades que ha generado... Pero él mismo cuenta que nunca habría imaginado que afectase incluso a la ONG que dirige.

Llano es el director de CESAL y afirma en el Espejo que "nunca nos habríamos imaginado tener que responder con proyectos de emergencia de ayuda alimentaria en nuestro propio país. Cuando lo hablamos con otros países donde tenemos representación, se quedan sorprendidos de que esto pueda pasar en Madrid".

CESAL lleva años trabajando con los "colectivos más vulnerables, con programas de acogida, social y laboral. Ofrecemos programas de formación e inserción laboral y trabajamos especialmente con los jóvenes". Nunca podría haber predicho que esta red, les serviría para ofrecer otro tipo de ayuda: "Esto ha sido el punto de apoyo en diferentes barrios de Madrid, que nos ha permitido detectar muchos problemas alimentarios. No podíamos imaginar que estaban pasando hambre literalmente".

Lo que les llevó a reinventarse de esta manera fue el "vínculo con las familias con las que ya hay una relación. No podemos mirar para otro lado. No podemos desentendernos de ellos en estos momentos". Llano asegura que "hemos hecho un máster en pocos días, para montar toda la logística. Empezamos entregando cestas de alimentos que en pocas semanas fueron cientas. El ayuntamiendo, viendo lo que estábamos haciendo, nos pidieron apoyo y desde entonces se han multiplicado las acciones por todo Madrid".

Todos hemos sentido el miedo

"En esta emergencia ha sido posible llegar a este colaboración con la administración pública. La sociedad es la que ha ido por delante en esta crisis y es la que ha ido dando respuestas. En este caso, el ayuntamiento ha sabido ver quiénes nos estábamos moviendo y nos han ayudado". Un hecho que Pablo Llano piensa que puede servir como "aprendizaje" para el futuro.

"Esta pandemia en cierto sentido nos ha igualado. Todos hemos sentido el miedo, hay gente que ha perdido el trabajo, que ha tenido dificultades, seres queridos con problemas de salud... Eso nos ha hecho más cercanos y nos ha hecho ser más compañeros de camino. Estamos todos en el mismo barco y hemos percibido que esto es lo que las familias más agradecen. Lo que más sorprende es lo que les alegraba ver una cara amiga, alguien que se preocupara por ellos".