La pareja valenciana que ha celebrado el sacramento del matrimonio tras 40 años casados por lo civil
Paco y Mara tienen 66 años y han decidido casarse por la Iglesia
Madrid - Publicado el
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Paco Roig y Mara Vidagany, de 66 años, ambos jubilados, padres de dos hijos y casados por lo civil desde hace cuarenta años, han contraído matrimonio en la Basílica del Sagrado Corazón de Valencia. Ambos estaban bautizados pero vivían alejados de la Iglesia desde temprana edad y nunca habían sentido hasta ahora la necesidad de recibir el sacramento del Matrimonio, según relatan en el semanario diocesano PARAULA.
Sin embargo, a raíz de la vivencia de fe que observaron en su hijo menor, Victor, se inició el proceso de conversión de Paco. Con 3 años, Víctor colocaba la tabla de planchar como altar, una sábana como mantel y la bufanda como estola, algo sorprendente ya que nadie le inducía a ello. De hecho sólo le inscribieron en clase de Religión los 8 años, y porque él insistió enfadado, ya que sus padres no le apuntaban. A los 10 años pidió ser bautizado, pero sus padres le dijeron que podría hacerlo a los 18, cuando fuera mayor de edad, y así sucedió.
Paco confiesa que la misteriosa fe de su hijo orientó sus pasos hacia el retorno a la práctica religiosa. A los 45 años sintió la necesidad de encontrar algo más que respondiera a sus inquietudes vitales, y comenzó una búsqueda que se concretaría, tiempo después, en su participación en las catequesis de inicio del Camino Neocatecumenal, en la parroquia valenciana de San Martín. Al principio lo hizo a escondidas de su mujer hasta que decidió contárselo. Tras la sorpresa y el enfado inicial, Mara le dijo que si era importante para él, estaría dispuesta a acompañarlo.
Ahora ambos forman parte de una comunidad neocatecumenal. Su boda ha sido la primera celebrada en la antigua iglesia de la Compañía, desde que el papa Francisco le concedió el rango de basílica menor, hace un año, como Basílica del Sagrado Corazón de Jesús. Tanto Paco como Mara acuden a la misa dominical en esa iglesia, donde su hijo ejerce como acólito.
Hace un año y medio a Mara le diagnosticaron un cáncer con mal pronóstico médico, una dura circunstancia que este matrimonio está viviendo con serenidad y esperanza gracias a su vuelta a la fe y a la comunidad eclesial.