La relación entre la ciencia y la fe de uno de los investigadores que luchan contra el Covid19

El genetista norteamericano Francis Collins ha sido galardonado con el Premio Templeton por mostrar que la fe puede motivar investigaciones científicas rigurosas y por su defensa del diálogo entre la fe y la razón. Desde 2009 ha dirigido el Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos y es conocido por su libro El Lenguaje de Dios, en el que relata su propio viaje desde el ateísmo a la fe cristiana. En 2009 el Papa Benedicto XVI le nombró miembro de la Academia Pontificia de Ciencias.

En su famoso libro cuenta que ha investigado el genoma humano, ha trabajado sobre el cáncer y las enfermedades cardíacas, “pero la investigación más importante de mi vida ha sido para averiguar si hay un Dios que se preocupa por mí”. En una entrevista concedida a Vatican News el Dr. Collins afirma que “Dios nos dio dos libros: el libro de su Palabra, la Biblia, y el libro de sus obras, que es la creación". Según él “la ciencia ayuda a maravillarnos y a apreciar la grandeza de la creación, lo que es ya una forma de adoración”.Es verdad que no podemos probar la existencia de Dios a través de la ciencia, pero lo que aprendemos estudiando la naturaleza reclama una explicación. Con algo de ironía observa que “el Creador es un físico y un matemático bastante bueno, pero también ha dejado todo tipo de señales de que está interesado por nosotros"

En estos momentos está volcado en el trabajo de encontrar tratamientos y una vacuna para el Covid-19". También reconoce que la pregunta de por qué un Dios amoroso permite el sufrimiento es la más difícil a la que se enfrentan creyentes y no creyentes. Y en seguida añade que el Dios cristiano entiende nuestros sufrimientos desde cerca:"Jesucristo sufrió de una manera inimaginable en la cruz, así que no tengo que explicarle a Dios que el sufrimiento es algo terrible".

Como médico y como creyente entiende que Dios nos ha dado herramientas a través de la ciencia para encontrar formas de abordar los problemas médicos, incluyendo ahora el Covid-19 y a eso dedica cada minuto de su tiempo. Porque muchas vidas penden de un hilo.