Uno de los políticos fundadores de la Unión Europea está muy cerca de ver reconocida su santidad
La Iglesia podría reconocer la santidad de su vida
Madrid - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Según ha declarado al diario francés La Croix el prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, el cardenal Marcello Semeraro, uno de los "padres fundadores" de la Unión Europea, Robert Schuman, será declarado venerable antes del verano, con lo cual estaría a un paso de su beatificación.
Schuman desempeñó varias carteras ministeriales durante la Cuarta República Francesa. Como ministro de Asuntos Exteriores fue uno de los grandes impulsores de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero, sellada en el Tratado de París de 1951. Que fue el embrión de la Comunidad Económica Europa y de la actual Unión Europea. Para este acercamiento entre antiguos enemigos en la Segunda Guerra Mundial, Schuman contó con la colaboración de otros dos políticos católicos cuyas causas de canonización están abiertas, el canciller alemán Konrad Adenauer y el primer ministro italiano Alcide de Gasperi.
Robert Schuman había nacido en Luxemburgo y tenía la nacionalidad alemana, pero adquirió la francesa tras la Primera Guerra Mundial, siendo parlamentario desde 1919 hasta 1962, salvo el periodo de la invasión alemana. En su libro “Por Europa”, escribió que “la democracia debe su existencia al cristianismo… en el que somos llamados a realizar en la vida de todos los días la dignidad de la persona en su libertad individual, en el respeto de los derechos de cada uno y en la práctica del amor fraternal para con todos”. “Nunca, antes de Cristo, subraya Schuman, se habían formulado semejantes conceptos”.
Schuman había vivido dos guerras mundiales y su misión política coincidió proféticamente con la exigencia evangélica de perdonar a los enemigos. Lo que hizo por la reconciliación entre Francia y Alemania es un signo increíble de esperanza en términos políticos. Su causa de beatificación de fue abierta en 1990 en la diócesis de Metz, en Alsacia, y tras cerrarse la fase diocesana llegó a Roma en 2004. Ahora la Iglesia está a punto de reconocer que vivió la fe, la esperanza y loa caridad en grado heroico.