El Vaticano: "La vida del anciano vale lo mismo que la de cualquier otro"

Cientos de miles de personas en el mundo están sufriendo a costa del coronavirus que parece no terminar nunca -sin olvidarnos de los millones que lo hacían y lo hacen sin importar la pandemia-. Pero han estado especialmente en la diana nuestros abuelos, nuestros maestros y cuidadores, que tanto nos han aportado. Por eso la Iglesia y el Vaticano, ha publicado un documento que arroja mucha luz sobre la situación que están viviendo las personas mayores.

Son muchos los problemas éticos que ha destapado la pandemia, pero sin duda desde el principio el virus -y la sociedad- se ha cebado con los ancianos. Por eso desde Roma llega un mensaje muy claro: "La vida del anciano vale como la de cualquier otro". El responsable del departamento de niños, los ancianos y las personas con discapacidad de este dicasterio, Vittorio Scelzo, relata como el Papa Francisco siempre ha remarcado la dignidad de su vida, también antes del coronavirus.

"El Papa siempre insite mucho en que las personas mayores son nuestras raíces. Y nuestras raíces en este tiempo viven momentos difíciles. Sabemos que el COVID es muy violento con las personas mayores y esta es la preocupación que nos ha movido a escribir este docuemnto para no olvidarnos de ellos", explica Scenzo.

Existe solución

"Ojalá no tuviéramos la necesidad de especificar que la vida del anciano vale como la de cualquier otro. Cada vida tiene su valor y la de las personas mayores tiene su valor y su dignidad". Afirma que el abandono y la soledad que sufren nuestros mayores "es el resultado de la cultura del descarte, porque cuando las personas viven solas significa que ya están descartadas por la sociedad. Y lo que pasa ahora, es el resultado de esto. Tenemos que insertar a los ancianos dentro de la vida de nuestras comunidades, parroquias y familias. Si ellos son protagonistas de la vida de la Iglesia la soledad será menor".

El lugar de las personas mayores es la familia

Y para esta tragedia que están sufriendo nuestros abuelos, existe solución. "Tenemos que subrayar que el lugar de las personas mayores es la familia. Es el lugar donde tienen que vivir sus últimos años. Vemos que los que más están sufriendo estos días, son los que están lejos de su familia. Sé que en España se ha calculado que más de la mitad de las personas que murieron, ha sido en las residencias. Tenemos que decir con fuerza que el lugar de los ancianos es la familia. Hay que pensar en formas nuevas para sostener a las familias en ese esfuerzo de mantener a las personas mayores en su casa. Las personas que viven con sus familiares sobreviven más... la primera enfermedad es la soledad".

En estos momentos es importante señalar dos cosas, afirma Scelzo: "La primera es ahora la urgencia. Tenemos que salvar vidas, porque todavía tenemos a mucha gente que está en peligro y hay que salvarla. Salvarlas es ponerles atención, ponerles en la mirada de la opinión pública con lo que ocurre en las residencias. Poner una alta atención a lo que ocurre, e intentar salvar las vidas que se puedan. Segundo, hay que plantearse el futuro y pensar en medidas y alternativas para cuidar a los ancianos e incluirles en neustras obras pastorales. Tenemos que pensar en el papel que los ancianos pueden tener en nuestras comunidades".