TENIS | MASTERS 1000
Carlos Alcaraz supera a Zverev y a las abejas para citarse con Sinner en semifinales de Indian Wells
El partido tuvo que ser detenido este jueves durante una hora y 48 minutos después de que el español sufriera una picadura de uno de los insectos
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Victoria de Carlos Alcaraz en los cuartos de final de Indian Wells. El tenista español venció en dos sets (6-3, 6-1) a Alexander Zverev en un partido que estuvo parado hora y media por una invasión de abejas en la pista central. El murciano se medirá a Jannik Sinner en las semifinales del torneo estadounidense.
Se le acumulan los retos de envergadura al español en su defensa del título del primer Masters 1.000 del año, ya que Zverev es el jugador que más veces le ha ganado y el transalpino también tiene el cara a cara entre ambos a favor. Además, Sinner viene de ganar el Open de Australia y está invicto en 2024.
El de El Palmar no entiende de desafíos imposibles: su obsesión es ganar y seguir ganando, incluso si cientos de abejas toman la pista central de Indian Wells en un momento absolutamente surrealista en el torneo del desierto californiano. Solo se habían disputado 9 minutos de partido cuando el juez de silla ordenó detener el duelo.
La pista central del torneo del desierto californiano sufría una invasión de abejas que hacía imposible jugar. Alcaraz, que tenía a la mayoría de las abejas en su parte de la pista, sufrió una picadura sin mayores consecuencias, como confirmó su manager en El Partidazo de COPE, y ambos tenistas se fueron corriendo al vestuario.
Las abejas
El origen del problema era una 'spidercam', una cámara en altura que se mueve suspendida por cables y donde se habían instalado cientos de esos insectos voladores. La organización elevó la cámara lo más alto posible para tratar de alejar a las abejas de la pista.
Entonces entró en acción el inesperado, pero radiante salvador de la jornada: un apicultor que, armado con una aspiradora y asombrosamente sin ningún tipo de protección en la cara o las manos más allá de unas gafas de sol, se encargó de retirar las abejas de esa cámara.
Posteriormente, bajó a la pista con un spray y fue recibido entre aplausos por los fans y con sonrisas por los tenistas ya de vuelta en la pista y tomándose todo con humor. El apicultor disfrutó de su momento de gloria: se tomó algunos selfis con los fans, sonrió a una cámara de televisión y también habló con Alcaraz y Zverev.
Pero una hora y 48 minutos de parón después, el tenis volvió a la pista central, pese a que el murciano seguía encontrando algunas abejas sueltas entre su ropa y objetos. "No me fío un pelo", decía a un trabajador de Indian Wells al ver una abeja en una papelera.
Zverev
El gigante teutón le eliminó en los cuartos de final del pasado Abierto de Australia, pero en esta ocasión Alcaraz fue rotundamente superior de principio a fin. Tras dos exhibiciones magníficas contra el canadiense Felix Auger-Aliassime y Marozsán, volvió a ofrecer un nivel celestial.
El español dominó el primer set con nervios de acero, con un juego impecable desde el fondo de la pista, con un saque a prueba de bombas y moviendo perfectamente a su rival con esas combinaciones de dejada y globo que ya son marca de la casa.
No se conformó Alcaraz con su nivel en la primera manga y siguió creciendo y creciendo en el segundo capítulo. Dos roturas consecutivas logró frente a un Zverev cabizbajo e impotente ante la calidad, potencia y variedad de golpes que le llovían desde el otro lado de la red.
Alcaraz cerró su clase magistral por la vía rápida y con otro 'break' y ya piensa en Sinner, uno de sus grandes rivales en el circuito y con quien ha vivido duelos memorables como el de cuartos del Abierto de EE.UU. en 2022 que duró más de cinco horas y que acabó casi a las tres de la madrugada.