El entrenador Julián Calero fue Policía durante el 11-M: "Es un horror que llevo dentro estos años"

No ha sido un 11-M fácil para Julián Calero, al igual que para miles de personas que, de forma directa o indirecta, fueron víctimas del horror de los atentados que marcaron la historia más reciente de nuestro país.

Julián Calero es el actual entrenador de fútbol del Cartagena. Hace veinte años, cuando él tenía 34, era Policía Municipal en Madrid. A primera hora de la mañana de aquel día, se encontraba junto a su jefe muy cerca de la estación de Atocha, cuando recibieron una llamada de urgencia para acudir al lugar en el que unas bombas habían reventado varios vagones de un tren de Cercanías: "Fuimos, entramos y nos encontramos con el horror. Es un horror que llevo dentro durante veinte años".

Los oyentes de El Partidazo de COPE también tuvieron la oportunidad de escuchar el estremecedor testimonio de quien se enfrentó al terror desde primera línea: "Para mí, ha sido un día difícil, mucho".

Julián asegura que, durante estas dos décadas, le han perseguido "los sueños, los recuerdos, las voces de la gente que me lanzaba la mano para que les ayudara. Eso se te queda grabado para toda la vida".

ESCUCHA EL TESTIMONIO Y LA HISTORIA DE JULIÁN CALERO, POLICÍA MUNICIPAL DURANTE EL 11-M EN MADRID

"Se nos murió mucha gente en brazos"

El técnico recuerda que, dentro del horror, "hubo una ola de solidaridad como nunca jamás vi. Salvamos a los que pudimos salvar porque se nos murió mucha gente en los brazos. Era un escenario de guerra, se hizo lo que se pudo. El día se ha hecho muy duro pero tengo la satisfacción de haberlo soltado", explicó Julián Calero haciendo referencia al libro 'Fútbol al rescate'.

Se trata de un libro que ha escrito el periodista Rodrigo Pérez Barredo basado en la biografía del actual entrenador del Cartagena. Y contar y compartir la intensidad de las emociones vividas aquel fatídico día le ha ayudado a digerirlo. No solo a él: "Mis propios compañeros me han dicho que también se han liberado con la historia".

Julián reveló que necesitó terapia para sobrevivir a sus propios recuerdos: "Eso se te queda grabado para toda la vida, pero sí tiene solución cuando vas tratando con profesionales. Yo lo he hecho mal, porque lo hice tarde y porque nos hacemos los fuertes. Pero hay cosas que son complicadas de manejar y necesitaba herramientas que yo no tenía".

Sin embargo, por encima de todo, se queda con la sensación de satisfacción por "haber salvado a mucha gente. Es verdad que también se nos fue mucha gente, pero salvamos a mucha gente, y eso te hace sentirse satisfecho dentro de un orden".

"Cuando llegamos a Atocha, miré a mi jefe y entramos, por querer ayudar, arriesgando la vida. Ahí te guía la humanidad y las ganas de querer ayudar a la gente. Fui Policía Municipal unos años y me siento muy orgulloso", reflexionó.